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Sofía Loren está preocupada por la higiene de la prision donde se encuentra

Juan Arias

La actriz italiana Soria Loren está en la cárcel, desde el miércoles pasado, de su ciudad natal de Caserta, localidad próxima a Nápoles, con otras dos mujeres condenadas por robo y contrabando. Lee libros y ve la televisión. No sale de su celda en el tiempo habitual de recreo y su única preocupación es la higiene. La comida se la lleva cada día de casa su hermana. Se trata de la presa con mayor publicidad en Italia. La opinión pública se ha dividido entre quienes piden, como lo ha hecho su abogado, al anciano presidente de la República, Sandro Pertini, que se le otorgue la gracia y quienes piensan qué, puesto que la ley es igual para todos, también ella debe seguir en la prisión.

La madre de Sofía Loren es la más furiosa. Ha dicho que "sólo Jesucristo puede salvar a su hija de la ignominia de estar con ladrones, ya que no cree en la justicia". Y lo curioso es que las veintitrés presas de la cárcel de Caserta están allí por haber robado a lo mejor unas gallinas o unos kilos de tomates en el mercado, mientras Sofía ha dejado de pagar al Estado medio millón de pesetas. Más aún, sus enemigos han ido a hurgar en sus declaraciones de rentas y ahora parece ser que en 1974 ni siquiera presentó su declaración. Hacienda juzga que en aquel año ganó Sofía 96 millones de pesetas de los cuales, según la ley italiana, tenía que haber pagado al Estado 67.Pero en los sondeos hechos en la calle, sobre todo entre los napolitanos, sus paisanos, se revela una gran simpatía por la famosa y popular actriz. Y es que Sofía, no se sabe si sinceramente o con sentido agudo de la publicidad, ha sabido esgrimir dos argumentos que han conquistado los sentimientos del italiano medio. Ha dicho que si se mantenía en el extranjero, en Suiza donde estaba, hasta 1984, podía haber vuelto absuelta, ya que para aquella fecha su pena hubiese prescrito. En cambio, manifestó que quiso regresar voluntariamente, aun a costa de ir a la cárcel, porque no soportaba ya estar lejos de Italia y sobre todo de su madre. Se ha tratado pues de un acto de fidelidad a los dos grandes amores de los italianos: la propia tierra y la mamma.

Y es que la madre de Sofía, desde hace dos años, no veía a su hija porque no podía viajar por su enfermedad; Ahora muchos esperan que el anciano Pertiní, que se ha convertido en el gran padre de los italianos, se enternezca ante esta mujer que ha preferido la cárcel a estar lejos de su patria. Claro que Pertini es al mismo tiempo un hombre justo, un socialista de viejo cuño y que siempre ha defendido que todos los italianos son iguales.

Recibida con pétalos de rosa

Ella dice que es sólo víctima de una injusticia. Y es increíble cómo la gente está dispuesta a creerla. Mientras tanto la actriz fue recibida en triunfo en Caserta a la puerta de la cárcel. Le echaron, como al Papa, cestos de pétalos de rosa. Y ahora sigue recibiendo ramos de flores y cartas de simpatía. Y la gente se enfada con los policías y fotógrafos, porque han profanado el pasaporte de la actriz revelando finalmente el secreto de su edad. Ha sido, ha dicho un comentador de la radio, como desnudarla en público. Un deshonor. Aquella fecha tabú, removida siempre con gesto freudiano por cuantos desean a Sofía siempre joven ha sido publicada con escándalo. La Loren nació en 1934.A Sofía la ha defendido hasta la monjita que la tuvo en su clase en el colegio: "Era siempre buena", dijo, "y ya desde niña se le veía su vocación de actriz, aunque en realidad era más bien feílla".

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