Los sondeos de opinión.

Como sociólogo y miembro de la junta de gobierno del Colegio de Politólogos y Sociólogos sigo con profunda preocupación la utilización que se hace de las encuestas como arma arrojadiza que permite dirimir los enfrentamientos entre las diferentes opciones políticas o sociales. De esta forma se está convirtiendo en práctica habitual de la vida política nacional la presentación de encuestas que vaticinan el triunfo de una opción política o la actitud favorable de los españoles hacia determinada cuestión social, sin la garantía de que tales encuestas se hayan llevado a cabo con el rigor técnico necesario. En otras ocasiones, a pesar de las garantías, hay personas o instituciones que ponen en cuestión los resultados del sondeo sin ninguna cualificación técnica que les legitime para la crítica.En el primero de los casos se está produciendo un evidente atentado contra la opinión pública, que sufre impotente la batalla de cifras que tienen lugar ante sus ojos, con el evidente peligro de que la técnica de la encuesta p ierda la credibilidad que merece cuando la utilizan profesionales cualificados. En el segundo, la ofensa no es menor para aquellos profesionales que ven cómo su capacidad se pone enÚntredicho por las inconveniencias que le produce a algunas personas el resultado de su trabajo.

En este contexto produce satisfacción la publicación hecha por el diario que usted dirige con los resultados del sondeo sobre las elecciones andaluzas. La inclusión de la ficha técnica de la encuesta permite ver todos los datos necesarios para poder evaluar la calidad de su diseño. También es interesante la función formativa de la publicación al mostrar algo que es evidente para cualquier profesional de la sociología, pero que puede pasar inadvertido para los lectores, no necesariamente formados en el tema: una cosa es la intención de voto de los electores, fechas antes de la cita electoral, y otra lo que terminan por votar.

Por último, desearía señalar una laguna importante en la publicación de los resultados: no se incluyen las preguntas formuladas a los entrevistados, siendo así que no se sepa de dónde se deduce el 31,9% de "votos decididos" para el PSOE o el 8,3% para Alianza Popular, por ejemplo. Seguramente su deducción es legítima, pero podría ocurrir que no siempre fuera así. En cualquier caso, la redacción completa de la pregunta es el único medio que tenemos los lectores para estimar si su deducción es correcta y poder hacer la nuestra propia. / Profesor Dto. Métodos y Técnicas de Investigación Social. Vocal sociólogo del Colegio de Políticas y Sociología.