_
_
_
_
_

La ofensiva de ETAm en el País Vasco puede ser larga, aunque poco intensa

El plan preventivo antiterrorista puesto en funcionamiento ante el cumplimiento del plazo fijado por ETA Militar para que las fuerzas de seguridad del Estado abandonen el País Vasco va a ser prorrogado al menos durante varios meses, según ha podido saber EL PAIS. Esta decisión, que obligará a la reestructuración de los servicios policiales, actualmente reforzados y ampliados tanto en el País Vasco como en Madrid y Barcelona, pretende el mantenimiento de un dispositivo estable y eficaz capaz de hacer frente a una ofensiva terrorista que pudiera prolongarse durante todo el verano.

o.El Mando Unico de la Lucha Contraterrorista (MULC) interpreta, al parecer, que la escalada anunciada por ETAm no tiene por qué producirse necesariamente de forma puntual, coincidiendo con la finalización del plazo fijado. En los mismos medios se baraja la posibilidad de que ETAm lleve a cabo de forma intermitente su ofensiva, con atentados aislados y sin exponerse a caer en los cercos policiales establecidos según el plan antiterrorista.

Incidente en Oñate

En algunos casos, el ultimátum parece haber creado un cierto nerviosismo en determinados cuerpos de seguridad del Estado, que viven una situación de tensa espera ante la posibilidad de un atentado. El hecho de que ETAm pueda utilizar lanzagranadas de alto poder destructivo en sus acciones introduce un elemento más de crispación a añadir al presumible estado de ánimo de unos hombres en su mayoría destinados forzosos al País Vasco.

Como exponente de esta tensa situación se alude a un supuesto ametrallamiento del cuartel de la Guardia Civil de Oñate en la madrugada de ayer, hecho que, según sostienen vecinos de la localidad, sólo pudo existir en la imaginación de los guardias civiles que custodiaban el edificio. Según las mismas fuentes, un grupo de jóvenes, vecinos de un barrio de Oñate que celebra sus fiestas patronales, lanzó cuatro cohetes de verbena, a las 0,20 horas de ayer, a la salida de la sociedad gastronómica donde habían cenado. Los cuartillas civiles confundieron, los estampidos de los cohetes con disparos y repelieron la supuesta agresión. Algunas de las balas fueron a estrellarse en las fachadas de los edificios cercanos al cuartel. Posteriormente, miembros de la Guardia Civil cachearon a los vecinos que se encontraban en aquellos momentos en los bares y sociedades de la población.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Fuentes de la Guardia Civil sostenían ayer, sin embargo, la versión del ametrallamiento, si bien reconocían que no habían encontrado todavía los casquillos de las balas disparadas por el supuesto comando agresor. El edificio del cuartel tampoco presentaba, impactos de bala, pero este hecho era atribuido por los guardias civiles a las dificultades de localizar estas señales en unos muros de piedra.

La versión oficial del atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de la localidad alavesa de Villarreal, que se produjo a las 3,45 horas del viernes y del que resultó herido un miembro del cuerpo, tiene asimismo aspectos no suficientemente aclarados. Los periódicos El Correo Español y Tribuna Vasca publicaban en sus ediciones de ayer versiones relativamente distintas a la oficial. El primero de estos diarios señalaba que el, guardia civil José Moya Mateo fue herido por sus propios compañeros en un tiroteo en el que intervinieron el cuerpo de guardia del cuartel y los ocupantes de un coche de matrícula francesa, cuyo paso frente al cuartel había sido previamente anunciado. La persona que dio el aviso informó a la Guardia Civil que uno de los ocupantes del coche francés portaba una metralleta. Otras fuentes sostienen que los disparos fueron efectuados únicamente por los guardias civiles que custodiaban el cuartelillo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_