Represalias por la expulsión de los funcionarios de Aeroflot
Desde que España y la Unión Soviética reanudaron las relaciones diplomáticas en 1976, diez ciudadanos de la URSS han debido abandonar nuestro país bajo la acusación de espionaje. El primero de ellos, el delegado comercial Yuri Pivovarov, lo hizo en marzo de 1977. Tres meses después fue expulsado el funcionario de la sociedad mixta de pesca "Intramar", Guenadai Sveshnikov por las mismas razones. Yuri Isaev, otro "delegado comercial", hubo de marcharse de España en marzo de 1978. Yuri Popov abandonó el suelo español, por idénticos motivos, en marzo de 1979. En febrero de 1980, se produjo la expulsión de Oleg Suranov, entonces director de Aeroflot en España, también de Anatoli Krassilnikov, considerado agente del GRU (servicio soviético de espionaje militar). VIadimir Efremenkov, acusado de pertenecer a la KGB (servicios soviéticos de espionaje), y Yuri Butchkov, acusado de actividades que afectaban a la seguridad nacional, fueron asímismo expulsados del territorio español en marzo del año pasado. La acusación de espionaje contra el actual director de Aeroflot en Madrid, Fedorin Nikolayevich, y del ingeniero de la misma compañía, VIadimir Tirtishnikov, ha merecido, por otra parte, una dura nota de las autoridades soviéticas que han desmentido cualquier actividad de este tipo por parte de ambos funcionarios.La noticia de la expulsión de Sánchez Gracia ha causado sorpresa en Iberia, cuyo primer vuelo regular a Moscú se efectuó en 1978, aunque a poco de inaugurarse esta línea, el número de vuelos comerciales hubo de reducirse debido a que Aeroflot había iniciado paralelamente un servicio de vuelos Madrid-Moscú, lo cual, dado el escaso número de pasajeros que realiza el trayecto entre ambas capitales, hizo poco aconsejable para la economía de Iberia seguir con el primitivo número de aterrizaje s en Moscú. Actualmente un avión de Iberia despega todos los jueves rumbo a la capital soviética, mientras que la compañía rusa tiene vuelos los lunes y sábados. Fuentes de la compañía aérea española han manifestado que "el servicio no va a deteriorarse por culpa de este incidente: ni vamos a reducir los vuelos, ni el número de asientos". Las mismas fuentes afirmaron que "antes de una semana habrá un nuevo delegado de la compañía en Moscú, a pesar de las dificultades que ello entraña"
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