El resultado de las elecciones andaluzas provocará la recomposición interna de Unión de Centro Democrático

Los resultados que ofrezcan las urnas andaluzas el próximo 23 de mayo provocarán un periodo de reflexión y análisis en Unión de Centro Democrático (UCD) que conducirá inevitablemente a su recomposición interna, cuando no a la ruptura del partido, según los datos recogidos por este periódico. Este hecho puede producirse mediante la celebración de un congreso extraordinario o bien una conferencia con los dirigentes regionales, cuyos preparativos se encuentran ya en marcha. Si Alianza Popular (AP) cosecha un incremento de votos espectacular, algunos democristianos y liberales -no se incluyen en esta operación a hombres como Fernando Alvarez de Miranda o Ignacio Camuñas- forzarán el entendimiento con Manuel Fraga y el desembarco en UCD de Antonio Garrigues y una buena parte de los hombres de sus Clubes Liberales, lo que conllevará la fuerte oposición de Adolfo Suárez.

En caso contrario, si son el PSA y el PSOE quienes roban votos a los centristas, tanto en Alianza Popular como en UCD se tiene el convencimiento de que habrá una segunda tanda de fugas de diputados al partido de Manuel Fraga. En cualquier caso, lo que parece fuera de toda duda es que, más pronto o más tarde, Adolfo Suárez intentará retomar el control del partido o, como segunda posibilidad, crear un partido propio para concurrir a las próximas elecciones generales. Según fuentes solventes, todas las familias centristas consideran imprescindible la vuelta al primer plano de la política del ex presidente Suárez.Tan sólo el sector liberal, que encabeza Joaquín Muñoz Peirats, apostilla que "su retorno deberá hacerse en pie de igualdad con las restantes corrientes que integran el partido, sin privilegios ni intentar acaparar más poder interno que los demás". El resto de líderes centristas consideran que la imagen de Suárez es imprescindible para poder ganar las próximas elecciones generales. Como comentaba el delegado del Gobierno en Andalucía, Félix Manuel Pérez Miyares, "a medida que se acercan las elecciones, se multiplican las visitas al despacho de Antonio Maura", la calle en que Suárez tiene instalado su despacho.

En UCD está todo preparado para después del 23 de mayo. A la espera de lo que ocurra ese día, las distintas familias centristas están formando las primeras alianzas, y los análisis sobre lo que puede ocurrir y la menera de llevar a cabo las distintas operaciones que se están fraguando forman parte de la conversación diaria de los líderes centristas. Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, está inmerso en la campaña electoral de Andalucia y guarda silencio respecto a sus planes de futuro.

El ex presidente Adolfo Suárez continúa esperando respuestala las preguntas que le formularon, tanto él como el entonces presidente del partido, Agustín Rodriguez Sahagún, durante la última crisis de UCD, ocurrida a finales de noviembre pasado, y que culminó con la sustitución de Rodriguez Sahagún por el propio Calvo Sotelo, la de Rafael Calvo por Iñigo Cavero al frente de la secretaría general, la dimisión de Adolfo Suárez como miembro de la ejecutiva, y la defenestración de los suaristas del nuevo secretariado de UCD: quién va a ser el auténtico número uno del partido -o lo que es lo mismo, el número uno de la candidatura de Madrid a las próximas elecciones generales-, qué pactos o alianzas piensa llevar a cabo (en este punto se incluye, de manera preferente, la "operación Garrigues") y, finalmente, qué programa se va a presentar al electorado, en la opción de mantener la esencia del centro-populista o escorarse a la busca del voto más derechizado.

Estos tres interrogantes siguen condicionando la actuación de los suaristas y son el principal motivo de su malestar. De hecho, han sido la verdadera causa de la negativa de Adolfo Suárez a participar en la campaña andaluza, según manifestó a este periódico una fuente muy próxima al ex presidente.

Recelos suaristas

Los recelos de los seguidores de Adolfo Suárez ante una hipotética derechización de UCD vienen determinados, además de la ausencia de respuesta a los interrogantes ya mencionados, por una serie de factores secundarios pero que no contribuyen a la clarificar las relaciones entre ambos: la ausencia de beligerancia de los discursos de Calvo Sotelo hacia el partido de Manuel Fraga, la aparición de Calvo Sotelo con los liberales Soledad Becerril, Antonio Garrigues, Pedro López Jiménez y Eduardo Punset -hospedado este último en el domicilio sevillano de la ministra de Cultura durante la Feria de Abril- en la barrera de La Maestranza, e igual compañía, ampliamente reflejada en las fotografías de la Prensa local, o la filtración a los medios informativos de las entrevistas que habitualmente mantienen Calvo Sotelo y Suárez.La última de ellas, producida el pasado jueves, fue dada a conocer en fuentes de la Presidencia del Gobierno, y este gesto ha sido interpretado por Adolfo Suárez como un eslabón más en la cadena episodios dirigidos a presentarle ante la opinión pública como el "torpedeador" de los proyectos de Calvo Sotelo por su negativa a bajar a Andalucía, " cuando realmente", señaló, "me hubiera gustado participar en la campaña andaluza y si lo lo he hecho es porque aun no se me ha aclarado que proyecto de partido tiene pensado el presidente para UCD".

Esta incertidumbre de los suaristas está comenzando ya a desembocar en proyectos concretos. La idea clave de Adolfo Suárez es "consolidar la democracia y demostrar a los poderes fácticos que deben subordinarse al poder político". Para ello, considera Adolfo Suárez imprescindible evitar la bipolarización entre una gran derecha -en su opinión, un bloque formado por una UCD desprovista de su componente progresista-populista, más los liberales de Garrigues, más, Alianza Popular- y la izquierda, PSOE y PCE. Para evitarlo, cree necesaria la existencia de un partido de centro, independientemente de que sea o no bajo las siglas de UCD, que impediría, además, la radicalización de las bases del PSOE.

Adolfo Suárez no va a estar en España la semana siguiente al 23 de mayo. Irá a Japón, invitado por el Gobierno. Pero los hombres que le son afines ultiman la .operación retorno": Rafael Calvo Ortega desde el interior de UCD, como culminación de la operación que inició el pasado mes de enero de aglutinar a los secretarios provinciales en una "plataforma progresista". "Tenemos al menos treinta provincias incondicionales", comentó hace unos días el excresecretario general centrista. Y estas provincias, en su opinión, apoyarían la celebración de un Congreso extraordinario, llegado el caso, para que Suárez retomara la presidencia del partido. Como se recordará, los estatutos centristas exigen que dicha solicitud sea efectuada por un mínimo de 21 provincias.

Pese a ello, el congreso extraordinario sería el último cartucho a emplear, si fracasa la celebración de una Conferencia o un Consejo Político Extraordinario, o simplemente una reunión de la ejecutiva en la que Calvo Sotelo tendría que dejar la presidencia del partido. Por otro lado, cuenta Adolfo Suárez con la gestión de Agustín Rodríguez Sahagún, mendiante su influencia en los medios informativos y en colectivos de clases medias y pequeños y medianos empresarios.

En estos momentos, Agustín Rodriguez Sahagún es accionista mayoritario de dos confidenciales políticos y ha invertido dinero en otro; dos periódicos de provincias y un confidencial económico. Cuando se produzca la subasta de los diarios de la antigua Prensa del Movimiento, tiene previsto adjudicarse diez rotativos. Asimismo, en la segunda quincena de junio presentará a la luz pública su "Colectivo de Clases Medias", todavía sin nombre definido. Y, finalmente, asegura contar con el apoyo de la pequeña y mediana empresa, según deduce del resultado de una serie le encuestas que ha encargado.

Si la operación retorno a UCD fracasara, los suaristas están barajando muy seriamente la posibilidad de crear un partido propio, con el fin de obtener entre cuarenta y sesenta diputados. Los estudios realizados por este sector centrista, provincia a provincia, les hacen ser optimistas en cuanto a los resultados, siempre que contaran, en Galicia, con el apoyo de Juan José Rosón, cuyo creciente prestigio personal le ha distanciado del tutelaje de Rodolfo Martín Villa, y en Alicante con Luis Gámir, muy bien relacionado ultimamente con este sector centrista. La financiación de esa nueva opción, según las fuentes consultadas, "no sería el principal problema". La finalidad sería formar parte de un gobierno de coalición con el PSOE y el partido de Fernández Ordoñez, Acción Democrática. El líder socialdemócrata manifestó a este periódico que las preferencias de su partido se sitúan en este sentido.

La sentencia del 23-F

Todos estos proyectos políticos cuentan con un único factor de aplazamiento: la situación que se derive de la sentencia contra los inculpados en el proceso del 23 de febrero. Todas las fuentes consultadas por EL PAÍS coinciden en afirmar que se avecina un periodo inestable. A los probables recursos de casación que presentarán los abogados de los golpistas, acompañados de peticiones de indulto, habrá que sumar, muy probablemente, una nueva ofensiva terrorista por parte de ETA militar.La perspectiva de elecciones anticipadas y, el casi ininterrumpido periodo electoral que se avecina (no hay que olvidar que entre abril y junio tienen que celebrarse los comicios municipales y los de diversos parlamentos regionales) no aconsejan iniciativas políticas que contribuyan a aumentar la tensión, como sería el caso de una ruptura del partido en el Gobierno. Sin embargo, la mencionada fuente muy próxima a Adolfo Suárez añadió que dicha "congelación de proyectos políticos" sólo se hará efectiva si se produce una contestación importante de oficiales en los cuarteles, como consecuencia de la sentencia. "Si la sentencia dictamina la rebelión militar, la democracia la encajará perfectamente".