Aerotec-82 muestra los límites de la aeronáutica en España
Aerotec 82, exposición organizada por los alumnos de la Escuela de Ingenieros Superiores Aeronáuticos de Madrid, exhibe material e información procedente de dieciséis empresas privadas del sector y organismos oficiales, así como de la propia escuela. La muestra, que llega este año a su sexta edición, pone de relieve el limitado alcance del sector industrial aeronáutico en España, aunque sirve también para comprobar cómo unas pocas empresas son capaces de investigar y crear productos con salida en el mercado internacional.
Entre las principales novedades que pueden contemplarse destaca la maqueta del autogiro ligero Aisa GN, de Aeronáutica Industrial, SA, que efectuará su primer vuelo en el mes de junio. El regreso a la tecnología del autogiro se debe a razones prácticas. Es menos costoso que los helicópteros, ya que sólo necesita un grupo propulsor. Consume menos combustible y, sobre todo, puede alcanzar velocidades del orden de 300 kilómetros por hora, dos veces superior a la que consiguen los helicópteros convencionales, con evidente ventaja sobre éstos tanto en aplicaciones militares como civiles.La más importante empresa española del sector, Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA), exhibe maquetas e información de sus tres realizaciones. El C-101 Aviojet es un reactor biplaza de entrenamiento, de gran maniobrabilidad y bajo consumo, que está sustituyendo al viejo Saeta. Más interés presenta el C-212 Aviocar, aparato muy versátil, que puede emplearse para trasnporte de carga o pasajeros y que admite entre dieciséis y veintidós personas a bordo. Está propulsado por dos turbohélices y se han vendido ya en países de los cinco continentes más de trescientas unidades.
En cuanto al CN-235, que se encuentra en fase de desarrollo, es el producto de la colaboración entre CASA y la firma indonesia Nurtanio. Concebido a partir de la filosofía del Aviocar, se trata de un biturbohélice capaz de acomodar a 38 pasajeros para trayectos de tipo regional. La aceptación del Aviocar, y la que se cree que puede llegar a tener el CN-235, muestra la posibilidad de desarrollar en España una industria aeronáutica, a partir de tecnología propia, orientada al mercado medio internacional, en el que no sobran proyectos ni ofertas y al que no tienen intereses en accederlos grandes fabricantes, porque no resulta adecuado a sus dimensiones operativas.
Proyecto de investigación
En otro orden de cosas, Aerotec 82 permite conocer la existencia de un proyecto español de investigación para el programa Spacelab 1, que se realizará a bordo de una nave Columbia, en cuanto finalice su período de vuelos experimenlales. Preparado por las cátedras de Mecánica de Fluidos y Aerodinámica de la Escuela de Ingenieros Superiores Aeronáuticos, consiste en el estudio del comportamiento físico y las formas que adoptan los líquidos en el espacio, liberados de la fuerza de la gravedad, en el cuadro de una investigación más amplia sobre semiconductores.En el apartado deportivo puede contemplarse un superligero, aparato monoplaza, híbrido de avión y ala delta, con una estructura de aluminio que soporta alas de tejido y un motor de motosierra. Cuesta 500.000 pesetas. Su uso ha hecho necesaria una regulación legal, que en España podría consistir en la obligación de efectuar un cursillo de aprendizaje.
Por lo demás, la exposición, que permanecerá abierta en locales de la escuela, en la Ciudad Universitaria, hasta el domingo por la tarde, y que ha programado una exhibición aérea el mismo día, por la mañana, en la zona civil del aeródromo de Cuatro Vientos, cuenta con pabellones tan variados como los del Ejército del Aire, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, las compañías Iberia, Aviaco British Airwais, General Dinamics -que promociona el F-16 Fighting Falcon, uno de los más modernos cazabombarderos, con anuncios grabados en vídeo-, y Tupolev, la compañía de aviación soviética. Una conferencia de Vladimir Tyrtychnikov, subdirector general en España, que formaba parte del programa de Aerotec 82 hubo de ser anulada. Horas antes de que la pronunciara, Tyrtychnikov había sido expulsado de España por actividades de espionaje.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.