El ritmo de incendios forestales supera al de repoblación

Si se mantiene el actual ritmo de desequilibrio entre el monte que se quema y el que puede repoblarse, en 142 años no quedará un solo árbol en España. Esta es la conclusión del estudio elaborado por la Dirección General de Protección Civil, en colaboración con varios organismos, que recoge datos de los últimos doce años.El aumento progresivo de los incendios forestales que en 1975 afectaron ya a una masa forestal mayor que la repoblada el mismo año, -iniciando una curva ascendente por el momento imparable-, es particularmente alarmante cuando, según revela el mencionado estudio, entre un 51% y un 60% de los mismos se producen intencionadamente.

Frente a la negligencia, causa por la que se originaron en los últimos años un 18,5% de los incendios, la decidida voluntad de quemar el monte se ha detectado en el porcentaje restante de los causados por la conducta humana. Desde campesinos interesados en cambiar los tipos de cultivos, hasta niños "entre doce y quince años ansiosos de ver a los bomberos en acción", según Enrique Gómez Palmero de la Dirección de Protección Civil, son capaces de realizar este tipo de actos antisociales.

Perspectivas para el verano

Las perspectivas para este verano son, sin embargo, algo mejores que en años anteriores, según el mismo portavoz, dado que la sequía no es tan grave. Por otra parte se están dando los últimos toques al plan Info-82, continuación del que se puso en marcha el pasado año, y en el que, bajo la dirección de Protección Civil colaboran representantes del Ministerio de Defensa, Administración Territorial, Agricultura a través del ICONA (Instituto para la Conservación de la Naturaleza), Dirección General de la Guardia Civil y el escuadrón 43 de medios aéreos.El plan Info-82 consta de cuatro aspectos esenciales: plan provincial de extinción de incendios forestales; plan de autoprotección de empresas y núcleos de población habitada aislada en zonas forestales; plan municipal de extinción de incendios forestales y plan de defensa de los montes orientados a las medidas de prevención de incendios forestales. A pesar de la efectividad demostrada por el plan, el pasado año se quemaron en España, 911.905 hectáreas arboladas y 1.169.659 desarboladas, lo cual ha representado unas pérdidas de 47.819 millones de pesetas.