Dos muertos en accidentes ferroviarios en Tarragona y Toledo

Dos personas resultaron muertas en otros dos accidentes ferroviarios registrados ayer en Tarragona y en Toledo. El primero de ellos se produjo en la línea férrea Tarragona-Barcelona, cuando a la entrada de la estación de Altafulla se cruzaron dos trenes, un mercancías cargado con tablones de maderas que iba hacia Valencia y el expreso de Bilbao, en dirección a Barcelona.

Según informa desde Tarragona José Martí, en el mismo momento del cruce algunos de tablones del mercancías se salieron de uno de los vagones introduciéndose en la cabina de máquinas del tren de viajeros; como consecuencia de ello resultó muerto Miguel Royo, de 56 años, trabajador de Renfe y con heridas leves el maquinista y el ayudante.Pese a lo aparatoso que resultó el accidente, ninguno de los dos convoyes se salió de las vías, ni tampoco sufrió heridas viajero alguno. Después de los primeros momentos de pánico, se procedió a remolcar a la máquina averiada a la estación de Tarragona y fue sustituida por otra.

Miguel Royo, trabajador de Renfe, se encontraba libre de servicio y se dirigía a Barcelona después de haber subido en Tarragona a la cabina de máquinas del tren de viajeros. El maquinista y su ayudante fueron atendidos en la estación de Tarragona de las heridas leves que se produjeron en el accidente.

Por lo que respecta a las causas del mismo, fuentes oficiales de Renfe han manifestado a nuestro periódico que se debieron a una mala colocación de la carga; los gruesos tablones de madera guineana no resistieron el movimiento del tren y uno de ellos fue a caer precisamente en el momento del cruce, penetrando en la cabina donde se hallaban los tres trabajadores y destrozó materialmente a uno de ellos, que era el que se hallaba más cerca de la ventanilla.

De otro lado, un joven resultó muerto al ser arrollado su vehículo en un paso a nivel con barreras de la estación de Villamiel, a unos 15 kilómetros de Toledo, por una máquina de tren, que se dirigía hacia la estación de Algodor (vía Madrid). El turismo arrollado era un Dyane-6, matrícula TO-3785, conducido por el joven Juan José Conejo Sánchez-Infante, que resultó muerto. Soldado voluntario de Cruz Roja, desde su localidad de residencia "Fuensalida" se dirigía a Toledo en cuyo destacamento de Cruz Roja cumplía servicio militar.

Según informa desde Toledo Manuel Martínez, el alcance de la máquina al turismo se produjo a las 8,30 horas en el punto kilométrico 2,500 de la carretera L-27 de El Calvin a Méntrida.

Según los datos que hemos podido conocer, el paso a nivel es automático, potenciado además por la presencia de guarda, que en ese momento se encontraba ausente por necesidades fisiológicas y según parece, las barreras se hallaban abiertas.

Personas que utilizan frecuentemente esta carretera, de intenso tráfico por la condición industrial de la población de Fuensalida, han manifestado a este corresponsal que creen que el automatismo de las barreras metálicas del paso a nivel podía estar averiado desde hace días.

Según testigos presenciales, la máquina arrastró al vehículo a unos 200 metros del lugar del alcance y el maquinista, Luis Castillo Miranda, resultó ileso.