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El Gobierno francés no ha cambiado su política respecto a los terroristas de ETA

El Gobierno francés no ha cambiado de política respecto a los terroristas vascos refugiados en su territorio. Las detenciones de la semana pasada, en el País Vasco-Francés de varios miembros de ETA Político-militar, han sido interpretadas diversamente, pero las autoridades galas afirman que fueron consecuencia de un control policial ordinario. De todas las maneras, el terrorismo internacional, la unanimidad con la que los franceses rechazan la inseguridad y las eventuales repercusiones electorales de estas última, han complicado la realización meticulosa del lema socialista, "Francia tierra de asilo".

Raphael Lassalette, alcalde socialista de Hendaya manifestaba a este corresponsal: "Según dicen algunos militantes de ETApm la redada del otro día responde a un plan preconcebido. Es decir, si los detienen a ellos y no a los de ETA Militar, será porque entre estos últimos y el Gobierno de París existiría un cierto acuerdo. Más aún, eso lo explicarían pensando en que, en las próximas elecciones generales, en España, pudiera llegar al poder el PSOE y, en tal caso, sería interesante para Francia que, este último encontrase una situación democrática más consolidada para poder gobernar solo, sin alianzas con el centro o con la derecha".Una fuente próxima a ETA Militar afirmaba, por su parte, en Biarritz en relación con el hecho de que los militante de esta rama de la organización terrorista estén a salvo de la campaña de detenciones habidas en Francia.

"No existe acuerdo ninguno entre París y ETAm. Lo que sí existe, desde que los socialistas están en el poder, es una especie de convenio táctico consistente en que, aquí, en Francia, los refugiados están quietos y, en contrapartida los dejan en paz. Y por lo que he podido comprobar, su situación se va legalizando, no sólo con la documentación de residentes, sino con cartas de trabajo". Esta misma fuente, como todas las anteriores, califican de infantil la creencia de que ETAm está en las últimas".

Esta última observación la repiten, en París, tanto en el Ministerio de Relaciones Exteriores como en el del Interior. Para el mundo oficial francés, su policía no sabe tanto como se cree de los etarras, y en consecuencia, "no es tan fácil coger in fraganti a los militantes de ETA, como parecer ser que tampoco lo es para la policía española, que consiente un asalto como el efectuado recientemente contra la central Telefónica Madrileña". Es un portavoz de Exteriores quien así se manifiesta. Y otro del Interior añade: "No hay cambio de política respecto a los vascos. Simplemente, el otro día fueron detenidos varios militantes con documentación falsa. Y eso de que existe un acuerdo entre ETAm y el Gobierno es pura imaginación".

Lo que si es posible afirmar es la existencia de contactos informales entre personas próximas al Gobierno de París y a los medios etarras, y estos contactos sirven para intercambiar informaciones que, a cada una de las partes, le aclara la evolución de la relación de fuerzas: "no nos hacemos ilusiones. El poder actual, como el giscardiano anteriormente, no afronta a ETA Militar porque sabe que, en al caso, los intereses franceses en España pagarían las consecuencias", dice una persona ligada a ETAm. Una fuente socialista de solvencia reconoce este hecho y añade: "Pero ellos saben que, en última instancia, si París tuviese que elegir entre ETA y las relaciones con España, eligiría estas últimas".

Un hecho cierto es que en Francia se está combatiendo el terrorismo, aunque oficialmente se hacen distinciones entre el terrorismo nacional y el internacional. El Gobierno del primer ministro, Pierre Mauroy, considera como terrorismo internacional el que sufre su país, y nacional el que podrían provocar los corsos o los vascos franceses, y el que desarrolla en España ETAm. Días pasados, el ministro del Interior, Gaston Defferre, como sus antecesores giscardianos, ya insinuó que "detrás de los separatistas corsos puede haber fuerzas extranjeras"

Dureza con el terrorismo interior

El presidente Francois Mitterrand, en su viaje a provincias durante los dos últimos días, afirmó solemne y repetidamente que "el Gobierno será implacable con el terrorismo". El ministro del Interior, Defferre, acompañó a Mitterrand en este.periplo, lo que pudiera ser un índice respecto a la polémica que han provocado en este país los atentados terroristas de las últimas semanas. Defferre, el duro, se enfrenta con el ministro de Justicia, Robert Balinter, al que la derecha ataca como a "un objetor de conciencia en plena guerra".Después del fracaso de los socialistas en las recientes elecciones cantonales, su situación se haría gravemente precaria si, en marzo del año próximo perdiese las municipales. "Esos comicios son la gran preocupación del Gobierno y, más aún del responsable directo de los mismos, Defferre. Y todos los sondeos que estre último realiza le dicen lo mismo: la inseguridad es la mayor preocupación de los franceses", explica una fuente cercana al ministro. Todos estos datos, y más aún este último, son los que pueden matizar la política socialista de "Francia tierra de asilo".

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