Los generales turcos y la democracia
Es evidente lo que quieren los generales turcos de Bulent Ecevit, que fue primer ministro tres veces y el demócrata más célebre de su país: quieren que diga que todo ha funcionado bien en Ankara desde que la Junta disolvió el Parlamento en 1980. Les gustaría que dijera que Turquía todavía no está preparada para el autogobierno. Pero Ecevit no quiere decirlo, y no lo dirá, para honor suyo y para vergüenza de Ankara.Después de acabar de cumplir tres meses de cárcel, "Ecevit se enfrenta a una sentencia de cinco años, acusado de haber concedido una entrevista a un periódico noruego. ¿Es tan frágil la seguridad de Turquía que no puede permitirse ningún eco negativo ni siquiera entre los fiordos?
Cuando los generales se hicieron con el mando afirmaron de forma creíble que la democracia estaba amenazada por el terrorismo. Con la ayuda de la ley marcial, la violencia disminuyó. También aseguraron, lo que era menos creíble, que solamente el Gobierno militar podía terminar con la inflación galopante y el estancamiento industrial de Turquía. La economía ha mejorado ligeramente, gracias, en parte, a los generosos préstamos de los aliados de Turquía, pero al precio de la censura y el encarcelamiento de los sindicalistas.
La ayuda occidental fue facilitada suponiendo que la Junta turca pretendía restaurar la democracia. Ahora parece que los generales quieren algo similar a la democracia, pero sin los inconvenientes de los partidos o los políticos.
Según parece, los demócratas turcos piensan que vale la pena el encarcelamiento, por decirlo así. Sin embargo, la Administración Reagan no quiere saber nada de las promesas rotas de los generales y no puede ofrecer pruebas de que las presiones privadas funcionen. Razón de más para que los demócratas de otras partes hablen claro.
21 de abril
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