_
_
_
_

EE UU presiona a Portugal para acelerar la aprobación del ingreso español en la OTAN

Estados Unidos está ejerciendo presiones sobre el Gobierno de Lisboa para acelerar la ratificación por Portugal del protocolo de adhesión de España al Tratado del Atlántico Norte. El periódico Expresso, propiedad del primer ministro, Pinto Balsemao, afirmaba en su última edición, citando "fuentes dignas de crédito", que Washington había avisado de que varios créditos otorgados a Portugal no se harían efectivos hasta la ratificación de la adhesión de España a la OTAN por parte del Parlamento portugués.

El ministro luso de Asuntos Exteriores se reunió ayer con los representantes de Alianza Democrática y del Partido Socialista en la Comisión Parlamentaria de la Defensa Nacional, para tratar de conseguir que ésta modifique sus posiciones antes del debate parlamentario previsto para esta tarde. Del resultado de la reunión dependerá el mantenimiento o no de la fecha de hoy para el voto de ratificación.El aplazamiento de la visita de Pérez-Llorca a Lisboa ha anulado la objeción del Partido Socialista acerca de la coincidencia de la discusión con la presencia en Portugal de un representante del Gobierno de Madrid; pero quedan en pie los reparos de los socialistas y de los democristianos sobre la falta de garantías que existen para la defensa de los intereses estratégicos y nacionales de Portugal.

Ya que los socialistas, minoritarios, no tienen la posibilidad de bloquear el proceso de ratificación de la entrada de España en la OTAN, el principal obstáculo parece ahora surgir del lado de los democristianos del Centro Democrático y Social (CDS), cuyo presidente es actualmente ministro de la Defensa. El CDS formula severas críticas a la acción del ministro de Asuntos Exteriores en relación no sólo con las negociaciones sobre el ingreso de España en la OTAN, sino también con la renegociación de la utilización por Estados Unidos de la base aérea de Lages (Azores).

La cuestión de la creación de un mando autónomo para Canarias, que podría incluir Madeira por razones de proximidad; la eventual intervención de España en la zona portuguesa, que coincide parcialmente: con la zona de intereses comunes definida en el tratado hispano-americano de 1976; y la posibilidad de que la protección del acceso a los puertos y aeropuertos portugueses sea confiada, en caso de conflicto, a las Fuerzas Armadas españolas, son algunos de los aspectos que los sectores más conservadores del Ejército portugués consideran como contrarios a los intereses nacionales e históricos de Portugal.

Las tesis del comandante Virgillo de Carvalho, que informan la doctrina militar expuesta en el Instituto de la Defensa Nacional, y que él mismo desarrolló delante de la comisión parlamentaria competente, son profundamente marcadas por un nacionalismo antiespañol que se juzgaba totalmente en desuso.

Referencias al "peligro de finlandización de Portugal frente a España", a la necesidad de proteger las fronteras terrestres, los puertos y aeropuertos lusos contra agresiones que tradicionalmente se han producido en Portugal del Este o del Sur, extrapolaciones acerca de los inconvenientes de un desequilibrio militar excesivo entre las dos naciones ibéricas, parecen más bien responder a un cierto malestar de los sectores atlantistas del Ejército portugués. Estos consideran que los aliados, en su afán de economizar medios materiales, están limitando su ayuda a la modernización del armamento portugués, contando con la integración de España para asegurar a menores costes la protección del flanco sur de Europa. Los mandos más tradicionalistas, que hicieron del atlantismo un medio y un pretexto para retomar el control de las fuerzas armadas portuguesas, progresivamente depuradas de sus elementos progresistas, están sufriendo ahora la contestación de los sectores oficiales, que les acusan de no haber sabido salvaguardar sus intereses profesionales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_