700.000 abonados de toda España, afectados directamente por el atentado contra la central telefónica en Madrid
Pérdidas que en ningún caso serán inferiores a los 1.000 millones de pesetas y graves trastornos para más de setecientos mil abonados, constituyen un primer balance de urgencia de los efectos del atentado terrorista perpetrado en la madrugada del domingo contra el centro más importante de España, en cuanto a número de servicios, de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE).
Las comunicaciones telefónicas de Madrid con el resto de España, el servicio en once provincias, el tráfico internacional y las transmisiones bancarias de 6.000 sucursales, han quedado seriamente afectadas. Las agencias informativas Efe y Mencheta vieron también interrumpidas sus comunicaciones y tuvieron que improvisar con ayuda del vecindario líneas secundarias de transmisión. EL PAIS también resultó perjudicado y la elaboración de la presente edición hubo de realizarse con un sistema de comunicaciones improvisado.En el edificio de la CTNE en Ríos Rosas están instaladas cinco grandes centrales o servicios: una central urbana, una CTS (central sectorial que pone en contacto entre sí a abonados de distintas centrales urbanas), otra de comunicaciones interurbanas, Red de transmisión de Datos y una central de comunicaciones internacionales.
La central urbana, de la que dependen cerca de 20.000 abonados, se encuentra totalmente fuera de servicio como consecuencia de la explosión. Estos abonados, cuyos teléfonos comienzan por 441 y 442, no disponen de ningún servicio telefónico.
La central de trasmisiones sectoriales (CTS), que sirve de enlace a abonados de distintas centrales que quieren comunicarse entre sí, también fue seriamente afectada por las explosiones. Varios miles de usuarios no podrán ponerse en contacto telefónico entre sí, aunque puedan hacerlo con terceras personas.
La central de comunicaciones interurbanas también resultó seriamente afectada, aunque se ha comenzado a desviar parte de este tráfico -con un servicio más limitado, imperfecto y susceptible de saturación- a través de otros centros de la CTNE. En cualquier caso, la totalidad de los abonados cuyo teléfono empieza por 4, 6 y 7 solo disponían ayer de servicio exclusivamente urbano. No resultaron afectados para las comunicaciones urbanas e interurbanas los teléfonos de los abonados cuya primera cifra es un 2. Las llamadas telefónicas al área urbana de Madrid procedentes de otras provincias, a excepción de las destinadas a aquellos abonados cuyo número de teléfono empieza por 2, quedaron totalmente interrumpidas como consecuencia del atentado. Mediante centrales secundarias, en alguna medida, va a paliarse en las próximas horas esta incomunicación de distintas provincias con Madrid.
Los daños causados a la central de Ríos Rosas han afectado seriamente a la calidad del servicio telefónico de diez provincias, además de Madrid. Estas provincias, según información de la CTNE, son: Avila, Cáceres, Ciudad Real, Guadalajara, Salamanca, Segovia, Soria, Toledo, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. El resto de las provincias españolas se encuentran afectadas exclusivamente en cuanto a sus comunicaciones con Madrid o las provincias citadas.
Perjuicios a la gran banca
La red de transmisión de datos de Telefónica, utilizada para sus comunicaciones intemas por los mayores bancos del país y por las grandes empresas, quedó totalmente destruida en los equipos de la central de Ríos Rosas, que canalizaba casi el 50% del mismo. A primeras horas de la mañana de ayer la CTNE se entrevistó con estos clientes y solicitó de los mismos que reduzcan temporalmente el número de terminales conectadas a la red. "Se trata de que ningún cliente se quede sin servicio, aunque todos sufran una reducción muy sustancial en el mismo", informaron fuentes autorizadas de la CTNE. Afortunadamente, según estas fuentes, parte de los equipos de transmisión de datos se encuentran en otra central distinta a la de Ríos Rosas.
Más de 6.000 sucursales bancarias, según fuentes del sector, se ven afectadas, en mayor o menor medida, por las alteraciones en este servicío como consecuencia del atentado. Las transmisiones afectadas, fundamentalemente, son las que unen las sucursales entre sí y con la central, por lo que las operaciones financieras que se efectuan por medio de ordenador se pueden ver interrumpidas o retardadas. No resultaron dañados los discos de memoria de los ordenadores que se encontraban dentro de armarios, por lo que no ha resultado dañado el banco de datos.
Los terroristas, según estas fuentes, creyeron que los ordenadores de la red de datos correspondían al servicio telefónico general, con lo que las repercusiones sobre los usuarios aún habrían sido mayores. Un usuario de este servicio manifestó a este diario que en varias ocasiones había visitado las instalaciones de la red de transmisión de datos en Ríos Rosas y siempre le había sorprendido las escasas medidas de seguridad del mismo.
Las comunicaciones intemacionales a través del servicio automático quedaron interrumpidas, como consecuencia del atentado, para todos los abonados madrileños con teléfonos cuyo número empieza por 6 y 8. Los usuarios con teléfonos cuya cifra inicial es un 2, un 4 (a excepción de los correspondientes a la central de Ríos Rosas) o un 7, no se ven afectados por las citadas limitaciones.
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