Las carreteras andaluzas y las de la costa mediterránea sufrirán el mayor colapso circulatorio
Las carreteras españolas de mayo circulación durante estas vacaciones de Semana Santa serán, según las previsiones, aquellas que recorren las ciudades de Levante y Andalucía y las que desde el centro se dirigen a ambas zonas, que reciben el mayor aluvión de turistas Sevilla, Córdoba, Valencia y Málaga tienen todas las posibilidades de convertirse en los puntos con mayor índice de atascos en el sur de España, mientras en la zona norte, Valladolid y Burgos y, en especial la localidad de Tordesillas crearán los típicos cuellos de botella. La Dirección General de Tráfico confía en que los automovilistas tengan presentes sus consejos, con objeto de que la operación retorno se desarrolle con normalidad.Según la Guardia Urbana de Barcelona unos 400.000 vehículos abandonarán la Ciudad Condal entre el mediodía del jueves y la mañana del viernes, aunque este organismo no prevé grandes atascos en las salidas de la ciudad, salvo en la de la autopista A- 17 (avenida de la Meridiana). De todas maneras, se tomarán medidas de vigilancia y auxilio en las carreteras de salida y entrada a Barcelona, ya que numerosos vehículos cruzarán esta zona en dirección a las costas levantinas y andaluzas.
En Valencia confluye todo el tráfico que desde Francia y Cataluña se dirige hacia el sur por la carretera de la costa, así como el tráfico castellano que se desplaza desde la zona centro hasta las costa valenciana y alicantina. En torno a estos tres grandes ejes surgirán los principales problemas de circulación. La carretera nacional III, que une Madrid con Valencia, ha mejorado enormemente sus accesos y los atascos se estima que únicamente se producirán el domingo y el lunes en la operación retorno. La Jefatura de Tráfico de esta provincia ha aconsejado que los conductores que se dirijan a las playas de Valencia, incluso a Alicante, no pasen por la primera capital sino que se desvíen hacia el
Inevitable colapso en Talavera de la Reina
En la salida de Madrid, con dirección a Extremadura y al sur de Portugal y, especialmente en la operación retorno, la localidad de Talavera de la Reina creará, también, uno de los mayores colapsos de las carreteras españolas.
Por otra parte, la falta de una carretera de circunvalación hace que Burgos, en épocas estivales y en Semana Santa, sea un auténtico tapón dentro del mapa del tráfico nacional. Burgos es un paso obligado para todos aquellos vehículos que, entrando por el norte, se dirigen hacia Portugal o hacia el centro de la Península, así como para todos aquellos que toman la dirección inversa.
El tapón empieza a formarse, normalmente, a unos doce kilómetros de la entrada norte de Burgos, donde convergen los automóviles procedentes de la nacional I, con los que salen de la autopista del norte, en la zona conocida como la Rubena. En el itinerario hasta llegar a la capital, se va uniendo a éste el tráfico interior de las zonas industriales de esa parte de la ciudad y el del barrio de Gamonal.
Para tratar de paliar estos problemas, Tráfico ha previsto que, si la situación lo precisase, en la carretera nacional 620 (Burgos-Portugal) se desviará el tráfico procedente de Portugal desde Quintana del Puente (Palencia) por la comarcal 110 (Salas-Palencia), insertándose en la nacional 1 (Madrid-Irún) a la altura de Lerma.
En la provincia vallisoletana, sólo suelen producirse complicaciones y atascos en los veintinueve kilómetros que separan la capital, de Tordesillas a través de la nacional 620 (Burgos-Portugal). Por esta ruta discurre todo el tráfico desde el norte hacia la frontera portuguesa, las provincias de Salamanca y Zamora, este de Valladolid y sur de Avila, zonas que cuentan con gran parte de su población emigrada, especialmente en Euskadi y Cataluña.
Precisamente, en la localidad de Tordesillas surgirán atascos y problemas al cruzarse la referida carretera con la nacional VI (Madrid-La Coruña) lo que dará lugar a largas colas.
