Condena a ETA
Estupor, vergüenza y, asco son sensaciones que me enervan a límites paroxísticos en cuanto he tenido noticias del asesinato de dos policías y, la novia de uno de ellos por parte de ese ku-klux-klan que está haciendo de Euskadi un paraje lúgubre terrorífico. Nada separa a toda esta canalla de esos asesina tos que se cometieron en Atlanta (EE UU) contra niños negros. Las analogías cada vez son más evidentes con sus supuestos antagonistas ideológicos, que también utilizan la violencia y el asesinato como vehículo expresivo. En cuanto a ese público que les aclama con gritos y les corea eslóganes dándoles calor y ánimo, se podría decir que todos los fanáticos han tenido siempre su clientela (hay nazis, estalinistas, etcétera). Creo que el pueblo vasco no ha hecho todavía ese gran titánico esfuerzo para liberarse de esta peste. Si hoy, en el resto del Estado, hay resentimiento hacia Euskadi, es por esta insolidaridad manifiesta hacia el resto del pueblo español. Porque aquí nosotros no lo tenemos nada claro, y máxime con el juicio 23-F por delante. También es de reseñar que no basta, señor Calvo Sotelo, con ir a funerales y poner cara de circunstancias -aeropuerto de Sondica- y vuelta a Madrid. Hasta llegar al punto de que un día sean los mismos vascos, a través de su policía autonóma, los que luchen contra la canalla asesina. Hay que dotar (porque no los tienen), a la policía que ahora hay allí, de medios técnicos sofisticados y modernos, sin escatiPasa a la página 12
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mar, cambiando lo chapucero e improvisado por lo seguro y efectivo. Incluso también en lo político, que seguro, de haber sido así, muchas muertes se hubiesen ahorrado./
Madrid.
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