Comienza a ponerse en práctica una serie de nuevas medidas antiterroristas

Durante el pasado fin de semana comenzaron a ponerse en práctica una serie de nuevas medidas antiterroristas, acordadas por la comisión permanente del Mando Unico para la Lucha Contraterrorista (MULC) que se reunió para evaluar las últimas acciones y atenta dos de ETA Militar y hacer frente a la previsible escalada terrorista de esa organización.

Entre las nuevas medidas, figurarían una serie de controles volantes de la policía, principalmente dirigidos a los automovilistas, una intensificación de los servicios de información antiterrorista, y la reiteración a las fuerzas de Seguridad para que extremen sus medidas de de autoprotección. Según informa desde Bilbao Europa desde primeras horas de la un helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló distintas localidades vizcainas dentro de un plan alternativo de vuelos para detección y persecución de cualquier movimiento de sospechosos.Mientras, según informa , el domingo falleció en San Sebastián, Pedro Conrado Martínez Castaños, de 30 años de edad, a consecuencia de las heridas que sufrió en un atentado perpetrado en Tolosa (Guipúzcoa) el año pasado, en el que murieron su hermano Juan Manuel y un compañero de trabajo, Iñaki Ibargutxi, militante nacionalista, ambos de 26 años.

El atentado se produjo el 24 de junio, mientras Tolosa celebraba las Fiestas de San Juan. Los tres jóvenes fueron ametrallados, cuando acababan de tomar su vehículo, después de almorzar en un céntrico restaurante, por varios desconocidos que se expresaban en euskera y que dieron vivas a ETA antes de emprender la huida. La policía atribuyó la autoría de los asesinatos a ETA Militar, pero esta organización negó expresamente su participación en los hechos.

Por otra parte, ayer falleció víctima de un infarto, el doctor Esteban Muruetagoyena, de 38 años, médico titular de Oyarzun (Guipúzcoa). Sus restos fueron trasladados a Ondárroa, de donde era natural, localidad a la que se trasladó un grupo de médicos de San Sebastián que esperaban que se practicara la autopsia del cadáver. Muruetagoyena fue detenido recientemente y se le había aplicado la ley antiterrorista, lo que permitió mantenerle diez días incomunicado. Mientras se encontraba en las dependencias policiales se le dio por desaparecido, ya que, al parecer, ningún organismo oficial confirmaba su detención. Al término de los diez días, el pasado jueves, fue puesto en libertad incondicional, sin cargo alguno, por orden del juez de la Audiencia Nacional de Madrid, a donde fue trasladado.

Aunque no existe información oficial sobre los motivos de su detención, parece ser que Esteban Muruetagoyena fue detenido como sospechoso de haber prestado asistencia médica a un militante de ETA herido.

Jornada de duelo en Telefónica

Medio millar de empleados de la Compañía Telefónica Nacional de España de Guipúzcoa se manifestaron ayer por la mañana en el barrio donostiarra de Amara, para protestar por el atentado que costó la vida al delegado provincial de la compañía, Enrique Cuesta, asesinado el viernes por los Comandos Autónomos Anticapitalistas, cuando acababa de salir de su trabajo. La marcha transcurrió en silencio y sin el menor incidente.

Tanto la CTNE como representantes laborales del personal han manifestado que los empleados de Telefónica no tienen ninguna participación en la intervención judicial o policial de determinados aparatos, a la que había aludido la organización terrorista al reivindicar la autoría del atentado. El personal de Telefónica mantuvo ayer un paro general en Guipúzcoa, por lo que únicamente se atendieron los servicios urgentes.

En cuanto al policía nacional que daba escolta al delegado de la Telefónica, Antonio Gómez García, de 24 años, fuentes del hospital de la Cruz Roja, en cuya unidad de vigilancia intensiva se encuentra ingresado, informaron que el paciente continúa en estado de coma y que persiste el pronóstico de extrema gravedad.

En relación con el recrudecimíento de las actividades terroristas, el obispo de Bilbao, dijo el domingo durante una misa concelebrada en la catedral, que el Pais Vasco se encuentra en una situación de violencia, muertes, miedo y empobrecimiento general de la sociedad. Monseñor Luis María Larrea agregó: "Tenemos que seguir diciendo no a las muertes, no a la sangre, a los secuestros, amenazas y presiones. Proclamamos los derechos fundamentales de las personas y en primer lugar el derecho a la vida, y rogamos que la defensa de la vida y de la sociedad se realice siempre dentro de los derechos inalienables de las personas.