Tensas relaciones Vaticano-China
Las relaciones entre la Santa Sede y la República Popular de China atraviesan una fase de tensión. Una misa celebrada el domingo por Juan Pablo II en la basílica de San Pedro y transmitida por radio a los países asiáticos ha sido inmediatamente criticada con dureza por la agencia Nueva China, que ha hablado de "abierta injerencia" del Papa y de la Iglesia católica.La misa tenia como motivo la celebración de un rito penitencial de cuaresma a favor de las "comunidades cristiartas chinas".
A la ceremonia no asistió ningún miembro de la representación diplomática de Taiwaii ante el Vaticano, en un gesto de conciliación de la Santa Sede hacia las autoridades chinas. El Papa incluso suprimió una frase del discurso, en la que se hablaba de "los obstáculos puestos a la fe cristiana" en China.
Pero, a pesar de todas estas prudencias, la ceremonia no gustó a los "católicos patriotas" chinos, que en una nota difundida por la agencia oficial china han afirmado que "la libertad de la fe está garantizada por la Constitución del país", y que fue violada "sólo en tiempos de la revolución cultural". Y añade que, "de forma curiosa,
Juan Pablo II, cerrando los ojos ante la realidad, ha llegado a afirmar falsamente que la Iglesia en China está perseguida.