_
_
_
_

La OPEP tratará de detener hoy en Viena la fuerte caída de los precios del petróleo

Los trece productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) intentarán a partir de hoy, en una inusual reunión de urgencia en la sede del consorcio en Viena de buscar fórmulas para detener la caída en picado de los precios que se está produciendo desde principios de año en el mercado de crudo. Aunque parece inevitable una reducción oficial del precio oficial de referencia, posiblemente de unos cuatro dólares por barril, el espíritu que reune hoy a los trece ministros de Petróleo del consorcio, es precisamente, evitar a toda costa una modificación del mismo -situado desde hace seis meses en 34 dólares por barril para el arábico ligero- al tiempo que mantener la endeble unidad de la organización. Mientras, el mundo consumidor espera un desenlace favorable a sus deseos de reducción de tarifas que le permita, en el plazo de dos años, sacar sus economías de la atonía productiva en que se encuentran.

Pese a que la tesis de mantener inalterable el precio del crudo cuenta con el apoyo del ministro de Petróleo de Arabia Saudí, jeque Zaki Yamani, cuyo país controla casi la mitad de la producción de la OPEP, pocos expertos creen hoy en tal posibilidad. Varios miembros del consorcio, encabezados por Nigeria e Irán, son partidarios de reducir hasta cuatro y cinco dólares el actual nivel de precios con el fin de recuperar la cuota de mercado que el consorcio siempre ha disfrutado y que era la base de su poder de manipulación del mercado.Estos países, además, se encuentran bajo fuerte presión interna y externa para recuperar su mercado y sus ingresos financieros tras haber alcanzado unos volúmenes de ventas que son insuficientes para pagar sus facturas diarias. En este sentido se encuentran ante la disyuntiva de bajar los precios y recuperar parte de estos ingresos o perder a sus clientes más importantes, atraídos ahora por los precios más competitivos de otros productores.

Dos formas de afrontar una crisis

Lo que va a estar en entredicho en Viena son las dos fórmulas posibles que la OPEP tiene para resolver una crisis que ella misma ha generado con una política de aumentos irreales de los precios a lo largo de los últimos tres años. Por un lado, la OPEP tiene la vía de mantener los precios y acordar una reducción de los volúmenes de la producción, hasta alcanzar los 18,5 millones diarios de barriles que se propuso en la reciente reunión en Doha (Qatar) de algunos de los ministros árabes de Petróleo. La segunda opción es rebajar el precio y permitir que el mercado se recupere con unas mayores ventas.Pero muchos expertos petrolíferos consideran que la primera opción será impracticable. La OPEP ya se ha visto forzada a reducir paulatinamente su producción y no ha conseguido más que restrasar el problema. En 1979, los trece países vendían en el mercado mundial 32 millones diarios de barriles y controlaban el 55% del mercado total en los países no socialistas. Dos años y medio más tarde, sus ventas han caído por debajo de 20 millones y su cuota del mercado mundial apenas alcanza el 40%. De esta situación son responsables varios factores, pero principalmente la aparición de los nuevos productores en el mercado y la política de ahorro seguida en los países consumidores.

Si la OPEP sigue en sus trece de no reducir el precio se encontrará que su decreciente cuota del mercado seguirá bajando por el simple mecanismo del mercado. En estos momentos, México, Gran Bretaña, Noruega y otros productores menores venden su crudo por debajo de las tarifas de la OPEP y en el mercado spot, casi paralizado por la atonía de la demanda, se puede encontrar crudo de la propia OPEP hasta cinco y seis dólares por debajo de su precio oficial.

Ante esta situación, es previsible que la reunión de la OPEP que hoy comienza en Viena se convierta en un campo de batalla entre los que, como Arabia Saudí, son partidarios de mantener los precios formales y esperar una recuperación de la demanda, y los que, agobiados como Irán y Nigeria, forzarán para una reducción de los precios a niveles más acordes con la realidad.

En ambos casos, sin embargo, parece probable que la situación del mercado, tan favorable para los consumidores, experimente un cambio en los próximos meses. La fuerte caída de los stocks en los países consumidores y una esperada recuperación de la economía mundial hace prever una estimulación de la demanda de petróleo a finales del año, con lo que la OPEP conseguiría equilibrar su situación. Esta es la tesis de Yamani, partidario de mantener el precio hasta que esta situación se produzca o de una diminución mínima, de unos dos dólares, en el precio de referencia para acelerar este proceso o como mecanismo que garantice la unión de la OPEP.

Preocupación de los países consumidores

Una unión cuyo futuro preocupa a los propios países consumidores ante la eventualidad de que el mercado se convierta permanentemente, sin ninguna guía, en el exclusivo manipulador de los precios. No hay que olvidar, a este respecto, que la máxima preocupación de los consumidores es evitar una repetición de los dos primeros shocks del petróleo cuando la OPEP, si bien se benefició de los mismos, también sirvió como mecanismo de control de unos precios disparados por la propia demanda.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_