Leopoldo Calvo Sotelo busca el apoyo de Italia al ingreso de España en la Comunidad Económica Europea

El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, llegó en la tarde de ayer a Roma, a bordo de un Mystere de la Fuerza Aérea española, ciudad en la que permanecerá durante tres de los cuatro días de duración de su viaje oficial a Italia. Durante sus conversaciones con los dirigentes italianos, Calvo Sotelo tratará de asegurar el apoyo de Roma a los esfuerzos españoles para que la integración en la Comunidad Económica Europea (CEE) no se demore mas allá de los límites de 1984, inicialmente acordados entre Madrid y Bruselas.

Así se puso de manifiesto anoche, en la cena que ofreció el presidente del Gobierno español a su colega italiano, Giovanni Spadolini, y así se reiterará en los encuentros que hoy, jueves, mantendrá Calvo Sotelo con el presidente italiano, Sandro Pertini, a que visitará esta mañana, y luego con Spadolini, en un almuerzo en el que será invitado el jefe del Gobierno italiano en el palacio de la Embajada de España.El viaje de Calvo Sotelo a Italia tiene una dimensión más "comunitaria" que bilateral, y se enmarca en los propósitos del presidente de visitar todos los países de la CEE como jefe del Gobierno. Esta es la quinta visita de Calvo Sotelo a uno de los países de la Comunidad. En los últimos doce meses ha viajado a Alemania Federal, Francia, Bélgica y el Reino Unido, y para las próximas semanas están programados viajes a Grecia, Dinamarca y Holanda.

Por lo que respecta a la CEE, los intereses de Italia y España, lejos de ser contrapuestos, son complementarios. Y la aparente competencia en los temas agrícolas entre los dos países se compensaría con la posición de fuerza que supondría el desnivelar a favor de los productos "mediterráneos" la hegemonía que actualmente tienen los productos "lácteos", y por extensión los franceses, a cuya medida fue diseñada la política agraria de la CEE.

Las autoridades italianas no han ocultado nunca su decidido apoyo a las pretensiones de Madrid de convertirse, en el país once o doce de la Comunidad Europea (el orden depende del ingreso antes o después de Portugal). Y durante este viaje de Calvo Sotelo a Roma todo hace suponer que las promesas italianas no sólo se mantendrán, sino que serán especialmente útiles de cara a las próximas reuniones comunitarias en las que se abordará el "caso español": la de ministros de Asuntos Exteriores, el próximo lunes, durante la que deben quedar cerrados, en principio, seis paquetes de la negociación de adhesión española, y la cumbre de jefes de Estado o Gobierno del día 29, cuando previsiblemente también se aborde el tema de las negociaciones con España y el polémico calendario del ingreso de nuestro país, previsto para el 1 de enero de 1984.

No hay discrepancias bilaterales

Por lo que respecta a los temas bilaterales, portavoces del Gobierno español que viajan con el presidente señalan que prácticamente no hay temas discrepantes o polémicos actualmente entre España e Italia, dejando aparte: el reciente bloqueo de productos; españoles con contenido de: aceite.

En las conversaciones entre: Calvo Sotelo y el presidente de la. República Italiana, Sandro Pertini, y el jefe de Gobierno, Giovanni Spadolini, el próximo ingreso de España en la OTAN estará en la agenda como exposición general. Tampoco en ese tema hay el más mínimo asomo discrepante, y el apoyo italiano está a punto de materializarse con la aprobación del Senado italiano de la propuesta de adhesión española a la Alianza Atlántica.

Finalmente, en el contexto bilateral se incluye el tema de la cooperación en la lucha antiterrorista , enla que las autoridades policiales de España e Italia han mantenido contactos periódicos y frecuentes intercambios de información en los últimos meses, sobre todo desde que el pasado mes de junio visitara Roma el ministro del Interior, Juan José Rosón.

El viaje de Calvo Sotelo a Italia, que mañana, viernes tendrá un contenido privado y cultural, con una visita a la histórica ciudad de Florencia, concluirá el sábado, cuando el presidente del Gobierno y su esposa acudan al Vaticano, donde serán recibidos en audiencia especial por el Papa.