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El ingreso de España en la CEE en 1984 cada vez mas improbable

Soledad Gallego-Díaz

La sesión de negociación EspañaComunidad Económica Europea (CEE), prevista para el próximo día 22 y en la que se pretende dejar cerrados seis capítulos, puede desarrollarse menos favorablemente de lo esperado por las autoridades españolas, según fuentes comunitarias consultadas. Esta circunstancia explicaría el viaje relámpago a Bruselas que realizaría hoy el secretario de Estado para las Relaciones con la CEE, Raimundo Bassols, y que el palacio de la Trinidad hubiera preferido que pasara inadvertido.La sesión de negociación del próximo día 22 ha sido preparada con gran cuidado por el Ministerio de Asuntos Exteriores -José Pedro Pérez-Llorca presidía la delegación española- y por la Secretaría de Estado, para los que un fracaso, después del éxito obtenido en una negociación semejante por Portugal, podría suponer un desagradable golpe.

Pese a los esfuerzos de los negociadores españoles, que han mantenido frecuentes contactos con los especialistas de la Comisión Europea para limar asperezas por delantado, y pese al anuncio hecho por Madrid de que aceptaba la implantación del Impuesto sobre el Valor Añadido desde el mismo día de la adhesión, parece que las posibilidades de cerrar los seis capítulos previstos son escasas.

Un diplomático comunitario que sigue muy estrechamente los debates indicó que era impensable llegar a un acuerdo en lo relativo a la integración de la peseta en la unidad de cuenta europea (ECU), dadas las divergencias actuales. Esta falta de acuerdo no sería especialmente grave (es el único punto que quedó abierto en el equivalente paquete portugués), sino estuviera acompañada por otras de gran envergadura. En concreto, y siempre según dichas fuentes, Francia se niega en redondo a aceptar las derogaciones temporales que solicita España en el capítulo de transportes, así como a la demanda de un período transitorio para el libre: establecimiento de bancos extranjeros en España. La República Federal de Alemania (RFA) -que apoya en la medida de sus fuerzas ciertas peticiones de Madrid- estaría dispuesta a aceptar un período transitorio más corto del solicitado. Los diez, unánimemente, se niegan a oír hablar de una derogación sobre la legislación comunitaria de seguros de automóviles y considera inaceptable de todo punto la demanda española de autorizar durante algún tiempo el actual sistema de patentes que rige en nuestro país. Tampoco existe un principio de acuerdo en lo relacionado con las inversiones directas en los sectores de química y electrónica.

Según las fuentes mencionadas, hasta el momento no se ha detectado ningún cambio de actitud importante por parte de Francia, poco propicia a hacer progresar las negociaciones con España, mientras que no queden resueltos los problemas internos de los diez. No se podría hablar de éxito si no quedaran completamente cerrados, sin ningún punto pendiente de discusión, al menos, cuatro de los seis capítulos a estudio.

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