"La solucion al problema de la guerrilla es más política que militar"

A medio camino entre un cura y un alto ejecutivo, por su aparíencia y sus modales, Alejandro Maldonado es el candidato de la moderación en las elecciones de hoy. Estados Unidos vería en él con muy buenos ojos al próximo presidente de Guatemala, a pesar de que Maldonado insiste en que no es el hombre de Washington. "Demasiado blando para la explosiva situación guatemalteca", dicen unos. "Impensable que los militares acepten ponerse a sus órdenes", según otros. Su fórmula, al menos en el plano teórico, parece la única capaz de hacer salir a Guatemala de la espiral violencia-represión.Pregunta. ¿Cuáles son sus previsiones electorales?

Respuesta. Espero que haya una fuerte votación. Se creía que iba a haber abstencionismo, pero el tono de la campaña ha ido esclareciendo que hay una oportunidad de lograr una salida política a través del voto.

P. ¿Cree usted que va a haber fraude?

R. Siempre existe ese temor pero creemos que las condiciones de crisis política no permitirían que un fraude se consumase. Habrá tentativas, algún cacique, presiones, pero fraude global no lo creo.

P. ¿Alejandro Maldonado tiene alguna posibilidad de ser presidente de Guatemala con las Fuerzas Armadas guatemaltecas?

R. Guatemala puede explorar un proceso de transición, como en Ecuador, Perú, República Dominicana u Honduras. Creo que es posible una salida moderada, por que la población del país está contra las fórmulas radicales.

P. ¿Usted no tiene miedo a la reacción del Ejército si la semana próxima es el nuevo presidente?

R. No; porque en el Ejército mismo, a pesar de su carácter jerárquico, se dan corrientes, y hay una innovadora que pretende despojar al Ejército del desgaste político y que esta tarea quede a cargo de los civiles.

P. ¿A las movilizaciones desestabilizadoras de la ultraderecha tampoco las teme usted?

R. Claro que sí. Creo que ellos no pueden presionar en contra de un triunfo nuestro.

P. ¿Usted es el hombre de Washington?

R. No, no; nosotros hemos surgido muy espontáneamente al proceso electoral, y lo hemos realizado en forma muy difícil. Creo que soy el único candidato que no ha ido por Washington. Si en este momento nuestro esquema es simpático a Washington es sobretodo gracias a nuestro esfuerzo.

P. ¿Cuál es su posición respecto de la guerrilla?

R. Creo que hay que hacer un planteamiento de tipo político más que militar. Nosotros podemos aislar políticamente a la guerrilla al abrir diálogo con sectores con los que pudiera tener alguna vinculación; no creo viable en este momento entrar en un diálogo con los comandantes.

P. ¿No cree usted entonces en una solución militar al tema guerrillero?

R. Hay elementos, sin lugar a dudas, de carácter militar. Hay que modernizar las Fuerzas Armadas, darles más agilidad y mejor adiestramiento, y también se requiere una moral combativa. Un ejército que defiende un Gobierno legítimo, surgido de la voluntad popular, es un ejército mejor preparado para combatir.