Los 'tragaperras' sólo infringen "formalmente" el reglamento, según los fabricantes

La Asociación Española de Fabricantes y Comercializadores de Máquinas Recreativas y de Azar (Facomare) y la Asociación Nacional de Máquinas Recreativas (Andemar) manifestaron ayer en una conferencia de Prensa que las 7.225 infracciones reglamentarias observadas por la policía en 14.020 máquinas de juego son "presuntas infracciones meramente formales". Para los representantes de estas asociaciones, la intervención de la Brigada Especial del Juego sólo ha detectado irregularidades en pocas de las 600.000 máquinas que existen.

La atribución de "meramente formales" respecto de las citadas in fracciones obedece, según Facomare y Andemar, a "la conocida lentitud burocrática de la Administración y a la de algunos gobiernos civiles que tardan varios meses en otorgar un permiso de explotación, dando lugar a que muchos empresarios instalen sus máquinas aportando la mera solicitud de dichos permisos". Ambas asociaciones atribuyen las irregularidades detectadas a que en los meses de enero y febrero debía producirse el canje de los permisos de explotación de las máquinas sujetas al Reglamento y el plazo para ello fue demasiado breve como para permitir a los interesados una puesta al día de los documentos correspondientes.Andemar y Facomare insisten en que los usuarios de estas máquinas "irregulares" no han resultado perjudicados con ello. Incluso pudieron resultar beneficiados, porque hay quienes elevan los premios de las tragaperras con el fin de ganarse jugadores. El Reglamento establece que la máquina debe devolver como mínimo el 65% de las monedas introducidas por los jugadores, "si bien de hecho otorgan más del 75% en su mayoría, ya que ello supone una mayor rentabilidad". A la pregunta sobre qué tipo de irregularidades reglamentarias suelen producirse en estas máquinas automáticas, los tres representantes de las citadas asociaciones no ofrecieron ninguna respuesta directa.

En cuanto a las sanciones que se pretende imponer a los infractores, dicen los fabricantes y explotadores de estas máquinas que "son absolutamente desproporcionadas con la gravedad de la falta un mero problema burocrático".

Un alto funcionario del Ministerio del Interior, relacionado con el control de las máquinas automáticas de juego, manifestó a este diario que el presidente de Facomare Eduardo Morales, sabe perfectamente que existen en el citado departamento grabaciones con su voz en las que expresa su preocupación por el deficiente grado de cumplimiento del Reglamento. El mismo funcionario calificó de "pintoresco" atribuir a los gobernadores civiles una dilacción en la concesión de permisos, cuando ya se había concedido una prórroga de un mes a todos aquellos que no hubieran canjeado los correspondientes permisos de explotación de las máquinas. Por lo demás, "se observa un exceso de estas máquinas y se tiene la sensación de que existen ciertas irregularidades", según el funcionario. Para él, "no hay más controles que los precisos ni más limitaciones que las necesarias, ni este sector está discriminado" respecto a otros en los que se ejerce un control cuidadoso como en el de la tenencia de armas. El funcionario recordó que el propio Subsecretario del Interior, Juan Izarra del Corral, que también es presidente de la Comisión del Juego, ha recomendado a los industriales del sector que se apliquen un autocontrol efectivo que sería beneficioso para ellos mismos, a fin de cuentas. Esto es particularmente importante a la vista de la proliferación de máquinas de este tipo en locales públicos.