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Un joven de 15 años mata a un niño de 11, en Cartagena, por una deuda de 700 pesetas

Un joven de 15 años P.S.D.C., de Cartagena (Murcia) pasó ayer a disposición del Tribunal Tutelar de Menores, acusado de la muerte de un amigo suyo de once años, Juan Mateos Cánovas, a quien presuntamente mató con una enorme piedra en la madrugada del domingo, en las cercanías del hospital de Marina de esa ciudad. Los amigos se encontraron sobre las diez de la noche del sábado y al parecer discutieron acerca de una deuda contraída por Juan con P.F., a quien debía 700 pesetas por una bicicleta vieja que días antes éste le había vendido.

El suceso conmocionó el domingo a toda la población cartagenera, por las siniestras circunstancias que rodean los hechos. Ambos niños pertenecen a dos familias vecinas de un barrio humilde, situado detrás de la céntrica calle del Duque. El presunto asesino del niño Juan Mateos estaba considerado por su familia y vecinos como "muy agresivo", por lo que su padre, Pedro Díaz, había intentado internarle en varios centros de educación especial, donde fue rechazado. Al parecer, su hijo sufre algún trastorno mental que le produce una agresividad incontrolada. Ya en el colegio nacional Virgen de la Caridad, donde cursó algunos años de EGB, la dirección informó a la familia de que el niño necesitaba asistencia psiquiátrica.Niño trabajador y situación familiar dramática

Desde hacía dos meses, PT.D. trabajaba como repartidor en un supermercado, donde recibía 200 pesetas diarias. Su situación familiar es dramática, ya que la madre le abandonó junto a sus dos hermanos hace unos doce años. El menor detenido vivía con su abuela y hermanos en una pequeña casa de la calle del Angel. El padre está considerado, según fuentes de la Policía, como alcohólico, encontrándose sin trabajo y, al parecer, no cobra ningún tipo de subsidio. El ambiente en la familia de la víctima, Juan Mateos, tampoco es mejor. La madre es el único adulto que trabaja en la casa, empleada por horas en faenas de limpieza, mientras que el padre del niño asesinado, también está en paro y se da a la bebida.

La policía tardó algunas horas en descubrir que P.F. había golpeado con una piedra de ocho kilos a su amigo Juan, hasta dejarle muerto con la cabeza destrozada. Juan Mateos se encontró con su agresor pasadas las diez de la noche del sábado. Volvía a su casa, junto con sus dos hermanas, quienes, después de haber estado en una pista de coches de choque, instalada en el paseo del muelle, a pocos metros del lugar del crimen. Ante la aparición de P.F., siguieron su camino, mientras que los dos amigos quedaban discutiendo sobre el pago de la bicicleta. Posteriormente, P.F. apareció en casa de Juan, explicando la ausencia de éste con una extraña historia: un gitano había raptado a Juan, y él había salido huyendo para ponerse a salvo, sin poder hacer nada. Y, sin embargo, minutos antes, P.F. había. pasado por su casa, donde se limpió la sangre que manchaba sus manos y camisa.

Pasadas las dos de la madrugada, la policía encontraba el cuerpo del niño, entre los arbustos de un jardín, cerca del hospital de Marina. Junto a él, la piedra con la que había sido asesinado. El relato de las hermanas del fallecido, y algunos restos de sangre que se encontraron en la camisa de su amigo P.F., hicieron sospechar a la policía. A primeras horas de la mañana del domingo, el joven agresor terminaba por confesar su culpabilidad en el suceso.

Fuentes de la Brigada de la Policía Judicial de Cartagena informaron que el menor, P.F. no mostró ningún tipo de arrepentimiento por lo que había hecho, durante el tiempo que pasó en las dependencias de la comisaría. Según la Policía, el menor tiene una inteligencia normal, pero desarrolla una esquizofrenia que desde hace tiempo había sido calificada por sus educadores como peligrosa y desencadenante de posibles sucesos como el ocurrido el pasado domingo. Su progenitor, asegura la policía, intentó hace ocho meses gestionar el internamiento de su hijo en un centro de educación especial. Cuando terminó el curso escolar 80-81, Pedro Díaz llevó a su hijo a varias escuelas donde, dice, no fue admitido porque su caso no se ajustaba a los tratamientos específicos que en ellos se aplican. P.F. había dejado el colegio este año, sin terminar la EGB.Anciana muerta por una pedrada

Una anciana de 73 años, Juana Moliner Lasheras, ha sido hallada muerta en su domicilio de Barcelona, con una profunda herida en la cabeza producida, al parecer por el impacto de dos piedras que se encontraban junto al cadaver. Un hermano de la víctima que descubrió el cuerpo sin vida de la anciana, comprobó así mismo que se encontraban restos de cristales procedentes de la ventana del domicilio, atravesaba por las piedras que le causaron la muerte. Juana Moliner había sido amenazada por los jóvenes que juegan en un campo situado junto a su domicilio, en el número 4 de la calle Arco dels Tamborilets, "porque no devolvía los balones" que, al parecer, se colaban con frecuencia en su casa.

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