Discreta decepción por la moderación de las subidas

Una cierta decepción ha acompañado las sesiones de cierre semanal, de las que se esperaba bastante más que esas tímidas mejoras que acabaron reflejando, a la vista de la disposición que presentaba el mercado, al concluir las reuniones del jueves.Lo cierto es que la mayor parte de los valores que se negocíaron, mantuvieron con soltura la línea de resistencia a la ha a que habían venido manifestando a lo largo de las últimas jornadas, pero también destacó la falta de confianza que mostraban los especialistas, a quienes el carácter de sesión de fin de semana, y última reunión del mes, parecía imponer más de lo que hubiese resultado lógico esperar.

Así, sólo las acciones de las sociedades comprendidas dentro del grupo de inversión consiguieron unas revalorizaciones apreciables, en lo que, para algunos operadores, representa un adelanto de la tendencia que podría marcar el mercado en las próximas reuniones.

No obstante, la opinión mayoritaria es que no deben esperarse grandes variaciones frente a los planteamientos actuales de la bolsa, mientras que el juicio por los hechos del 23-F continúe su curso, y se mantenga la amenaza de una nueva escalada terrorista en Euskadi.

Los comités de inversiones de las principales instituciones se muestran muy aprensivos por el efecto que las circunstancias anteriores pueden tener sobre el comportamiento de los inercados de valores. Así, y aunque en el ambiente se respira la posibilidad de que las bolsas mejoren sus posiciones, fundamentalmente como consecuenia de la imagen política que pueden promover ante la celebración de las elecciones andaluzas, el riesgo de invertir la más que abundante liquidez que existe actualmente en valores de renta variable, no parece seducir en exceso a los gestores.

Míentras, se puede observar un notable incremento en la negociación de títulos de renta fija a lo largo de las últimas reuniones, como alternativa de inversión relativamente segura, en unos momentos como los actuales en los que los tipos de iriterés de los bonos del Tesoro y los certificados de depósito del Banco de España, están oscilando a la baja.

Volviendo estrictamente sobre las reuniones de ayer, los valores del sector bancario adoptaron fórmulas con las que, en general, preteridían no comprometerse demasiado. Sólo Banesto y Santander mejoraron seis y tres enteros, respectivamente, mientras que el resto de sus compañeros de grupo se apresuraban a repetir sus cotizaciones anteriores.

Banesto parece contar con un importante flujo de órdenes de compra, concretamente sus saldos conocidos ayer ascendían a 32.064 títulos, que en algunos medios se atribuye a la posibilidad de que la entidad tenga en cartera la realización, en fecha no muy lejana, de alguna ampliación de capital, normalmente por la vía del íncremento del valor nominal de sus acciones.

Por su parte, dentro del sector eléctrico las diferencias fueron en general cortas, y se correspondieron con el desconcierto, próximo al pánico, que sembró Hidrola con una salida orientada a la baja, cuando casi todas las expectativas apuntaban por una evolución positiva del valor.