Atentado contra el alcalde de Alcalá de Henares

Un artefacto explosivo destruyó ayer el coche del alcalde de Alcalá de Henares, Carlos Valenzuela, aparcado en las proximidades de la Corporación municipal. El explosivo testaba elaborada por verdaderos expertos en la materia y contenía una cantidad aún no determinada de goma-2, según ha manifestado a este diario el propio alcalde de la ciudad, el socialista Carlos Valenzuela Lillo. En sendas llamadas telefónicas a la comisaría de Policía de Alcalá y al Ayuntamiento, una voz masculina reivindicó la autoría del atentado para un supuesto Comando 23-F.

El alcalde de Alcalá de Henares manifestó que quienes colocaron la bomba en la parte delantera del vehículo, un Simca 1.200, lo hicieron con tal precisión que, aparte de ser expertos artificieros, conocían perfectamente sus costumbres.A las 9.30 horas de ayer, un funcionario de la comisaría de policía notificaba al alcalde que se había recibido una llamada para advertir que iba a explosionar una bomba en su vehículo. La explosión se produciría tres horas después, según el comunicante anónimo. El alcalde y dos inspectores de policía se reunieron en el lugar en que se encontraba aparcado el coche, en la calle Madre de Dios, en la que también está el domicilio de Carlos Valenzuela. Los tres registraron el coche., por dentro y por fuera, y al no encontrar nada sospechoso creyeron que se trataba de una nueva falsa alarma. "En los últimos tres años se han producido varias falsas alarmas", dice el alcalde, "aunque no amenazas de muerte, durante los dos años pasados".

Los dos inspectores subieron al coche, lo pusieron en marcha y lo movieron unos metros, según comunicó Carlos Valenzuela. Tras esta operación, los tres quedaron convencidos de que, efectivamente, se trataba de una falsa alarma.

La revisión no pareció convencerle suficientemente al alcalde, que optó por recorrer a pie los cincuenta metros que, aproximadamente, separaban el coche del edificio del Ayuntamiento. No había entrado aún en la Corporación, cuando el artefacto explosionó.

Esta circunstancia, la explosión anticipada en más de dos horas, lleva a pensar al alcalde que las llamadas telefónicas tenían como objetivo principal el de obligar al alcalde a acercarse a su coche, confiando en que la explosión habría de producirse más tarde.

A las diez de la mañana, la zona en que se encontraba el coche suele estar muy concurrida. En esta parte de Alcalá de Henares existe una actividad comercial no desdeñable y pasan por la calle Madre de Dios los muchos niños que van a los distintos colegios de la población. La explosión hirió levemente a un transeúnte, pero, según señala Valenzuela, podría haber ocasionado una catástrofe.

El alcalde de Alcalá de Henares no tiene duda alguna de que el fallido atentado contra él tiene motivaciones políticas. En este mismo sentido se manifestaron sendos portavoces del Ministerio del Interior y del Gobierno Civil de Madrid. Por lo demás, cabe destacar que el 13 de diciembre pasado, a las cuatro de la madrugada, otra bomba destruía un coche de la Policía Municipal. Entonces nadie reivindicó este hecho, ni la policía ha identificado a los autores.

En un breve trecho de unos cien metros, dice el alcalde, se encuentran la sede de Fuerza Nueva, una güisquería "de mala fama" y una cafetería donde suelen reunirse jóvenes militantes del citado partido ultraderechista. "Claro está", añade, "que no trato de inculpar precipitadamente a nadie". En todo caso, insiste en que el atentado se inserta en el proceso desestabilizador que enlaza con el 23-F.

En una sesión extraordinaria celebrada ayer tarde por la Corporación municipal, los concejales de todos los partidos representados en ella suscribieron una nota de repulsa contra los autores del atentado e hicieron un llamamiento a todos los vecinos para que mañana acudan a una concentración que se celebrará por la tarde frente al Ayuntamiento.