El pleno del comité central del POUP se reunirá esta semana en Varsovia
Una semana de apretada actividad política se inició ayer en Polonia, durante la que están previstas las reuniones del VII pleno del comité central del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP, comunista) por primera vez desde el establecimiento del estado de guerra en el país, y del Sejm o Parlamento polaco.
Las diferentes líneas del POUP han mantenido recientemente una serie de polémicas en los órganos de propaganda oficial, en las que se han vertido ampliamente epítetos como "revisionistas" y "oportunistas" por un lado, y "sectarios" y "dogmáticos" por otro.El enfrentamiento entre "duros" y "moderados" en el seno del partido comunista polaco puede alcanzar su cénit en el pleno del comité central, especialmente en lo que respecta a ciertas cláusulas de los nuevos estatutos del POUP que trataban de poner freno a la acumulación de funciones en una sola persona, caso que representa especialmente el general Jaruzelski, que es a la vez presidente del Consejo Militar de Salvación Nacional, primer secretario del POUP, primer ministro del Gobierno y ministro de Defensa.
Limitaciones a los sindicatos
Por otra parte, la comisión para asuntos sindicales nombrada por el Consejo de Ministros anunció ayer las bases sobre las que deberá establecerse el futuro movimiento sindical en Polonia. Los nuevos sindicatos tendrán que respetar estrictamente el orden legal, reconocer al Partido Obrero Unificado de Polonia y su papel de guía en la sociedad y de dirigente en el Estado, contribuir al refuerzo de las alianzas internacionales y abstenerse de toda actividad política.
El documento, publicado dos meses después de la implantación de la ley marcial por la comisión que preside el viceprimer ministro, Mieczyslaw Rakowski, condena a los dirigentes de Solidaridad por haber impuesto a este movimiento sindical "la fórmula de una acción política cuya actividad destructiva ha conducido al país a la anarquía y que se convirtió en la negación de la defensa de los auténticos intereses de los trabajadores".
El líder sindical Lech Walesa no será probablemente liberado para asistir el próximo 7 de marzo al bautizo de su última hija, según señaló Stanislaw Ciosek, ministro de Relaciones Sindicales, en una entrevista con el enviado especial de la agencia France Presse. El ministro dijo que este desplazamiento de Walesa podría dar lugar a manifestaciones "ni nosotros ni el señor Walesa tenemos necesidad".
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