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Un escándalo homosexual amenaza el futuro del líder unionista norirlandés Paisley

Andrés Ortega

Las alegaciones sobre una red de servicios homosexuales en el correccional juvenil de Kincora, en Irlanda del Norte, y que implicaría a políticos, funcionarios y hombres de negocios del Ulster, puede llevar a socavar las pretensiones de Ian Paisley de convertirse en el líder indiscutido de los unionistas de la provincia

El secretario para Irlanda del Norte, James Prior, ha prometido la apertura de una investigación judicial sobre el asunto una vez que la policía haya concluido sus pesquisas.Kincora, en Belfast, abrió sus puertas en 1959 a jóvenes condenados en tribunales juveniles o que por estar en "peligro moral" debían cambiar de residencia. Aunque las primeras quejas sobre abusos homosexuales en el correccional se produjeron a principios de los años sesenta, el escándalo sobre servicios de prostitución varonil prestados a prominentes miembros de la comunidad protestante no surgió hasta 1980, cuando el diario dublinense Irish Independent lo desveló.

En diciembre del año pasado, tres directores del centro fueron condenados, en Belfast por delitos sexuales que se remontaban, en algunos casos, a dos décadas atrás. Uno de los condenados fue William McWrath, sospechoso de encabezar la organización paramilitar protestante Tara, dedicada a "erradicar la Iglesia católica de Irlanda", y destacado activista en la Orden de Orange.

Paisley convoca a la Prensa

Tres semanas después, en una serie de reportajes, The Irish Times desvelaba más hechos oscuros. Valerie Shaw, antigua correligionaria de Paisley, declaró haber ido a hablarle en 1973 para contarle lo que estaba ocurriendo en Kincora. Paisley se vio obligado a convocar a la Prensa para explicar que Shaw sólo le había venido a ver en 1975, sin explicarle el asunto del correccional.Tras unas nuevas declaraciones a la Prensa de Shaw afirmando que se había entrevistado siete veces con Paisley, éste se vio forzado a modificar sus declaraciones, añadiendo que la entrevista se había celebrado en 1974, que no sabía que McWrath fuera director de Kincora y que ningún otro líder unionista sabía del asunto. Pero en 1975, Shaw había hablado también con el reverendo Martin Smyth, gran maestro de la Orden de Orange, y éste así lo reconoció.

Un Watergate del Ulster

Las quejas, sin embargo, habían comenzado a llegar al fiscal de Belfast en 1971, quien durante cinco años perdió sus informes. En 1975, Mr. X declaró ante la policía que a su salida de Kincora, con dieciséis años de edad, su tío le forzó a prestar servicios homosexuales, pero la policía rechazó la acusación alegando que las pruebas de X contra prominentes ciudadanos del Ulster no serían creídas por un tribunal.La policía investigó el asunto, que lleva trazas de convertirse en el Watergate del Ulster, pero lo sorprendente es que en ocho años no lograra resultados más positivos. Se ha alegado que las fuerzas de seguridad conocían lo que ocurría en Kincora, pero no actuaron para poder así recaudar información sobre grupos paramilitares protestantes. La explicación no resulta del todo convincente, y la semana pasada tres de los cinco miembros de la investigación privada ordenada por Prior dimitieron. Lo que se trata de saber es si medios oficiales han tapado el asunto. La confirmación de que McWrath se veía protegido por sus conexiones entre Tara y los líderes unionistas dañaría sobremanera a la causa de éstos.

Reputación en entredicho

La reputación de lan Paisley ha quedado en entredicho, y éste fue el hombre que a finales de la década de los setenta encabezó la campaña para "salvar al Ulster de la sodomía" e impedir un cambio sobre la legislación de la homosexualidad en consonancia con el resto del Reino Unido. El escándalo es especialmente inoportuno para Paisley, en unos momentos en que su Partido Unionista Democrático lucha contra el unionismo oficial para convertirse en el único representante de los intereses protestantes en el Ulster.

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