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Entrevista:

España debe tener mayor representación en los organismos internacionales de energía atómica

El nuevo director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el sueco Hans Blix, que tomó posesión el pasado diciembre, ha llegado a este cargo en un momento de crisis para el OIEA, institución de la ONU formada por 111 países, entre ellos España, cuyo objeto es promocionar el uso pacífico, de la energía atómica e impedir que ésta sea utilizada con fin militar.

Hans Blix ha heredado de sus antecesores dos graves problemas internacionales. El planteado por el ataque de bombarderos de Israel a una central nuclear iraquí, construida con ayuda francesa, y las reclamaciones del Tercer Mundo sobre sus derechos de acceso a las nuevas tecnologías como medio para salir de su deprimida situación económica. También deberá afrontar las acusaciones recientes de politización realizadas contra el Organismo Internacional de Energía Atómica por los Estados Unidos.Los esfuerzos por definir el marco de acción del OIEA y sus limitaciones son una constante de las primeras intervenciones públicas del nuevo director general. En una entrevista para EL PAIS, Blix ha señalado que el OIEA no debe ser un centro de propaganda a favor de la energía atómica, ha subrayado que el organismo no puede ir más allá de las competencias que le transfieren los Estados miembros y ha cifrado el futuro de la energía nuclear en la seguridad que ésta sea capaz de ofrecer.

Tres funciones fundamentales

Pregunta: ¿Cuál es, a su juicio la principal función del OIEA?Respuesta: El organismo tiene tres funciones fundamentales: mejorar la seguridad en el funcionamiento de las centrales nucleares y en el tratamiento de los derechos radiactivos y evitar la proliferación de armas nucleares.

P. El accidente en la central estadounidense de Three Mile Island concienció a la opinión pública mundial sobre los peligros de la energía nuclear. ¿Cree usted que sus consecuencias sobre la popularidad de la energía atómica están todavía vivas?

R. Sí, lo están. Creo que la acción que más mejoraría la imagen de la industria nuclear es la limpieza de Three Mile Island. Resulta muy lamentable que no se haya hecho hace ya tiempo. Técnicamente no parece que haya problema para ello. Los problemas son financieros y administrativos.

P. ¿Cuál debe ser la relación entre el OIEA y la industria nuclear? ¿No cree usted que una cooperación demasiado estrecha pueda hacer pensar que existe una identidad de intereses entre la industria y el OIEA?

R. Tenemos que mantener una cierta distancia de la industria. No somos un organismo de la industria. Cuando se creó el OIEA, la energía nuclear pertenecía al ámbito de la investigación. Hoy, la industria nuclear es muy importante, y nosotros necesitamos conocer bien lo que pasa en ella y recibir sugerencias prácticas de las personas a cargo de centrales nucleares. Necesitamos el contacto con la industria y su cooperación, pero, naturalmente, no podemos incurrir en la sospecha de impul sar la energía nuclear a costa de la seguridad.

España, subrepresentada

P. España tiene el cuarto plan nuclear de Europa, tras Francia, el Reino Unido y la RFA; sin embargo, se encuentra subpresentada en la plantilla del OIEA. ¿Qué se debe hacer para conseguir una representación más equitativa?R. Los estatutos establecen que la selección del personal debe efectuarse, sobre todo, basándose en el criterio de competencia profesional. Insisto en este criterio fundamental, pero los estatutos indican también que se preste atención a la contribución financiera y a la representación geográfica.

Mi aspiración es que las zonas subrepresentadas, incluida España, tengan más puestos. Creo que un país como España, con su gran capacidad en el campo nuclear, será capaz de proponer candidatos con una gran competencia profesional. Me alegra considerar tales candidaturas en el futuro.

P. El OIEA redactó un informe favorable a la construcción de la central de Lemóniz. ¿Es usted consciente de la utilización política de se informe?

R. He estado muy poco tiempo en el cargo y todavía no tengo suficiente información sobre este asunto. No soy un especialista técnico y no puedo comentar los aspectos en este sentido.

P. ¿No cree usted que el OIEA tiene una responsabilidad moral por haber emitido un informe positivo sobre una central ubicada en una zona tan conflictiva como Euskadi?

R. ¿Responsabilidad moral en la emisión de un juicio? Si el Gobierno nos pide que realicemos una tarea objetiva relacionada con seguridad nuclear o con residuos, la realizamos con objetividad. Nosotros emitimos valoraciones técnicas sobre la seguridad de la instalación en sí misma. No podemos juzgar cuáles son los riesgos políticos del terrorismo o cosas semejantes. No está dentro de nuestras competencias.

P. ¿Qué opina del retraso del plan nuclear español, debido a un mayor énfasis en el carbón?

R. Hay retrasos en muchos países, no solamente en España. No es un problema exclusivo. Es evidente que el carbón también debe usarse. Es una de las principales alternativas energéticas.

Hans Blix enjuició también los nuevos movimientos ecologistas y admitió el peligro de una proliferación belicista de la energía nuclear. Se mostró partidario de aumentar las cautelas y controles en este campo, pero sin renunciar al desarrollo pacífico de la energía atómica. El nuevo presidente del Organismo, que ha sucedido en el cargo a un compatriota, está dispuesto a combinar el desarrollo de la energía nuclear con el incremento de la seguridad de las instalaciones. De ahí su insistencia en lograr una mayor colaboración con las distintas industrias y países.

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