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Varias fotografías de "lady" Diana en bikini provocan una viva polémica en Gran Bretaña

Andrés Ortega

Diana, princesa de Gales, ha vuelto -si alguna vez las abandonara- a las primeras planas de dos periódicos populares británicos, The Sun y The DailyStar, reactivando la polémica entre la Prensa y la familia real británica. Ambos diarios publicaban ayer fotos de la princesa de Gales en bikini y embarazada de cinco meses, en una playa de las Bahamas. El portavoz oficial de la reina Isabel II de Inglaterra, Michael Shea, calificó el comportamiento de los diarios de "muy mal gusto".

Las fotos, de mala calidad y tomadas con potentes teleobjetivos sin que Diana ni su marido, el príncipe Carlos de Inglaterra, lo supieran, han sido criticadas por el palacio de Buckingham, residencia oficial de la monarca británica, y por el consejo de Prensa, que pidió explicaciones a los directores de los dos periódicos implicados en el escándalo. Michael Shea señaló que la red de teléfonos de palacio se había congestionado con el enorme número de llamadas que recibieron del público para protestar por la publicación de estas fotografías, tomadas en la playa de la isla de Eleuthera, en las Bahamas, donde los príncipes de Gales disfrutan de diez días de vacaciones y descanso."Este comportamiento de mal gusto viene a romper el nivel normalmente aceptado por la Prensa británica en lo que respecta a la privacidad de los individuos", señaló tajantemente Shea. Dos meses atrás, el palacio de Buckingham había reunido a los directores de los principales diarios británicos para rogarles que respetaran la vida privada de los miembros de la familia real, especialmente la de la princesa de Gales, que se sentía acosada por los fotógrafos. Todos decidieron acatar estas recomendaciones, salvo el director de The Sun, que no asistió a la reunión. The Sun y The Daily Star parecen haber olvidado sus promesas, si bien palacio sabía que enviarían reporteros para seguirles.

Los directores de ambos periódicos se han disculpado por lo ocurrido y, apenados por el disgusto de la reina Isabel II, declararon haber obrado de buena fe. Turner incluso ha aceptado no ceder a otras publicaciones la publicación de las fotos que en páginas interiores tenían el titular de Bahama-mama. Los directores no piensan, sin embargo, haber cometido ningún grave delito, ya que encuentran las fotos "bellas y deliciosas".

Lloyd Turner comentó que en razón de su notoriedad social y su popularidad, algunos miembros de la familia real no podían evitar verse sometidos a este tipo de publicidad. La reina Isabel II de Inglaterra siempre ha insistido en la necesidad de que la monarquía resulte visible al pueblo británico, pero no este tipo de visibilidad, a pesar de que cientos de personas en la misma playa de las Bahamas pudieron apreciar en vivo lo que los lectores de The Sun y The Daily Star vieron en sus diarios. La monarquía británica es, en estos casos, la víctima de su propia popularidad.

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