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ESPAÑA 82

Los kuwaitíes, un rey Midas para Valladolid

Valladolid vive desde el pasado día 16 de enero, día en que se celebró el sorteo del Mundial-82, bajo el síndrome de "bienvenido, míster Kuwait". Desde el mismo momento en que se supo que la selección kuwaití iba a jugar en el nuevo estadio José Zorrila, la fantasía popular se echó a volar e identificó al país del golfo Pérsico con un nuevo rey Midas que transforma en riqueza todo lo que toca. La palabra Kuwait está hoy en boca de cualquier vallisoletano, y los kuwaitíes van a ser la panacea universal, el remedio contra la crisis y una fuente de ingresos saneadísima. De nada ha valido que desde las instancias oficiales, fundamentalmente el Ayuntamiento, se repita machaconamente que no hay nada oficial, que son rumores.

La gente se ha hecho su propia composición de lugar y ha creado sus leyendas. Así, no es extraño escucharle a un taxista que asegura -que le ha dicho un amigo que se lo ha oído a otro- que van a venir 10.000 kuwaitíes subvencionados por el Gobierno y forrados de dólares; o sorprender al dueño de uno de los más importantes restaurantes de Valladolid buscando desesperadamente recetas de cocina árabes y libros donde se explica cuál es la forma de preparar el cordero que más gusta a los orientales. Otro conocido mesón ha contratado ya cocineros que han pasado varios años de su vida en Casablanca.El síndrome Kuwait ha llegado a todas partes. Hace menos de un mes, un vallisoletano adinerado se dirigió a una agencia de viajes para ofrecer su chalé porque ha oído que "los kuwaitíes están dispuestos a pagar hasta medio millón por mes. Yo", añadía resignado, "me conformo con 200.000 o 300.000 pesetas, pero mi mujer dice que menos de medio millón, nada. Claro que si llegan hasta el millón, estaría dispuesto a ponerles coche de buena marca, por supuesto, y chófer".

El departamento de árabe de la Universidad está teniendo más visitas y consultas que nunca, y desde todos los sectores comerciales e industriales llegan peticiones para que traduzcan cartas, folletos, ofertas y recomendaciones. El tema ha alcanzado también el gremio de pasotas, quienes hablan de que un buen negocio sería montar abrevaderos de camellos o talleres para reparar chilabas. Rara es la conversación entre un grupo de amigos en la que no salga la inevitable coletilla: "Coño, tenemos que montar algo, lo que sea, para el Mundial, porque no podemos dejar escapar esta oportunidad y podemos forrarnos en pocos días".

Amenaza de timos

Los listillos y vividores también han comenzado a funcionar. No hace mucho se presentó un oriental en el Ayuntamiento, para ofrecer al alcalde la creación de un cuerpo de seguridad especial. El individuo en cuestión decía representar a una familia poderosa de Kuwalt "preocupada por los posibles incidentes que surjan durante el Mundial". Para evitar la mala imagen que pudieran dar los kuwaitíes, el intermediario ofrecía la organización de una policía particular, pagada, claro, por los jeques. La respuesta municipal fue negativa. Un médico árabe residente en Valladolid ha recorrido todos los mejores hoteles de la ciudad para alquilar un montón de habitaciones a precios mucho más elevados de los que solicitaba la dirección. Además aseguraba que pagaría al contado. Los directores de los hoteles se muestran escépticos, pero aún tienen la esperanza de que aparezca una buena mañana un señor con el maletín donde se guarden los 35 millones que supondría la operación. Y es que, como ha dicho uno de ellos, "no acabamos de creérnoslo, pero ¿y si es verdad?".Ni que decir tiene que los chistes y los comentarios más socarrones y mordaces se refieren al tema sexual. En Valladolid están seguros de que allá por el mes de junio aumentará ostensiblemente la población femenina de las barras americanas, los clubes nocturnos y las casas de mancebía. Se teme una invasión de señoras, fundamentalmente rubias y que sus exigencias económicas sean mucho más elevadas de lo que se estila ahora por estos pagos. Un miembro del Cuerpo Superior de Policía reconocía que existe preocupación seria por estas cuestiones. Indicaba con ironía: "Si nos llegan mil señoras de moral distraída y los maromos que arrastran, aquí pueden surgir problemas, porque Valladolid no tiene la infraestructura policial que Madrid o Barcelona. El día que acaben los, partidos que se juegan en la ciudad seremos muchos los que respiremos hondo".

Tomás Rodríguez Bolaños, alcalde socialista de Valladolid, ha repetido ya en varias ocasiones que no hay ninguna oferta oficial de Kuwait para ampliar el estadio, para construir un palacio que luego pasaría a ser casa de cultura, para comprar todas las entradas, para arreglar el aeropuerto ni para nada. "Calculamos", dice, "que puedan venir entre 5.000 y 10.000 personas del golfo Pérsico, y nuestra mayor preocupación es buscarles alojamiento, porque la ciudad tiene poco más de 2.000 plazas hoteleras. Esa es nuestra obsesión. No descarto que pueda haber regalos, que serían bien recibidos, como pago a la hospitalidad o al comportamiento de la ciudad. Pero, si ocurre, será a posteriori, porque ofertas oficiales no existen".

Pese a que estas palabras han sido ratificadas por dos representantes municipales que viajaron recientemente a Kuwait, en Valladolid se sigue creyendo que los kuwaitíes van a ser la piedra filosofal que cambie la situación de la ciudad. Todos están seguros que habrá dinero a raudales, y el único problema es dar con la fórmula para hacerse con la parte correspondiente.

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