Cinco talegos
Los nuevos billetes de 5.000 (cinco talegos) que se ha sacado el Banco de España, con foto de Don Juan Carlos, por Schommer, me parece a mí que pueden resistir la devaluación de la moneda y la devaluación o transvaloración de su valor, por otros valores que leo en ellos. Se trata, en principio, del billetaje más caro que emite la democracia. Y del primero.Las palabras del Rey en el billete, condicionando la libertad total sólo a la libertad de los demás, ya son cinco talegos de juridicidad, de veracidad, de buena voluntad. El puritanismo economicista del dinero, corregido por el liberalismo progresista de la Monarquía y la democracia. Franco, en sus tórculos y acuñaciones, erit caudillo "por la gracia de Dios". Don Juan Carlos se limita a escribir un aviso, en una esquina del billete, sobre la legitimidad de todas las aspiraciones, como esas cuatro letras que ponen los pescaderos o las castañeras, en su billetaje, y que casi siempre son exhorciones estoicas y morales. Este pueblo de moralistas es muy dado a escribir su destino y su ética de pescadería en la moneda de curso legal, como corrigiendo con su buena o mala conciencia la natural maldad del dinero. Es un recado urgente, de mano en mano, que nos pone a todos, sobre la caducidad de las riquezas, para que la moneda siga rodando. Ahora, quien nos pone el recado popular/borbónico, es el Rey. Alfredo Roca me anuncia la edición de Evita: no me llaméis fascista. Evita y Perón en Argentina, Franco en España, con su demagogia y su populismo, dejaron las monedas respectivas en la inflación económica que sabemos. Y sobre todo en inflación moral.
Jesús Prieto, viejo tronco y alcalde de Getafe, me recuerda el setenta aniversario de Silverio Lanza. He ahí un hombre que se fue a la periferia e hizo la sociología de las afueras para no mancharse las manos en la charca madrileña del dinero. Eduardo Rico está escribiendo un libro de conversaciones (quizá discusiones) con Paco Ordóñez. Fernández Ordóñez, el coraje de pensar. El socialdemócrata Paco, hacendista nato, sabe cómo sanear el dinero en España, aparte el recado entrañable del juancarlotercismo. A lo mejor el buido Eduardo Rico se lo explica. Alvaro Delgado Gal, sin un clavo (y por supuesto sin cinco talegos) acaba de editar su revista literaria Libros. Hay un dinero moral, que no cambian en ningún banco, y que es con el que de verdad se hacen las cosas. El señor Grijalbo inicia su colección Narrativa / 80 con un libro mío. Cada día salen más libros en España. Esto no es la Edad de Plata, pero ya estamos, cuando menos, en la Edad de los cinco talegos. Gilles Costaz, en La Matin, de París, se ocupa largamente de otro libro mío. ¿Creen ustedes que le debo mandar cinco talegos? La España cultural, literaria, la España moderna ha comenzado a interesar en Francia (y uno ni siquiera es un ejemplo ni un síntoma, que uno va a su aire), en Francia y en Europa, con el advenimiento de la democracia. Esta moneda de prestigio, esta moneda literaria no podemos inflacionaria mediante la chapuza y el golpismo, mediante el 23 / coño de febrero. Cinco talegos juancarlotercistas se quedan en nada al cambio, entre el petrodólar y el deuschtmark, pero nuestra moneda moral (Nobel de Aleixandre, refrendo del Rey adonde va), está alta en los mercados democráticos.
El billete está fechado en Madrid el 23 de octubre del 79. Tiene un escudo y la cara del Monarca. El Palacio Real y un breve plano. Al trasluz, el Rey es más pequeño. Este artículo lo escribo en un billete, con letra pescadera, con ética de¡ pueblo, con esmero. "Nadie sabe lo que cabe en un minué". Ni cuánta democracia y esperanza cabe en cinco talegos/Banco España.
