La Caja de Ahorros de Cataluña puede quedarse con la Caja de Crédito Mutual

La Caja de Crédito Mutual, entidad cooperativa catalana que presentó suspensión de pagos en noviembre pasado, puede ser absorbida en breve plazo por la Caja de Ahorros de Cataluña. La operación depende de que el Banco de España y el Ministerio de Economía se pronuncien sobre el grave problema planteado a los impositores y socios de la citada caja de crédito, otorgando las autorizaciones administrativas pertinentes.

Los afectados por la suspensión de pagos de la cooperativa de crédito han afirmado que exigirán responsabilidades a la Administración a través de acciones legales si no se soluciona su situación. Para defender sus intereses, los socios de la entidad se agruparon en una coordinadora.Las acciones legales irían encaminadas a reclamar, en su caso, la responsabilidad civil del Estado, por entender que el Banco de España, en el ejercicio de sus competencias fiscalizadoras, no adoptó las medidas legales necesarias para evitar la suspensión de pagos de la entidad de crédito. La coordinadora ha señalado también en repetidas ocasiones posibles irregularidades de los ejecutivos de la Caja de Crédito Mutual.

Mutualistas del sindicato vertical

La sociedad anónima cooperativa fue constituida en 1968 con el nombre de Cooperativa Hispano-americana de Crédito. En 1977, después de integrarse en dicha cooperativa antiguos mutualistas del sindicato vertical, la entidad cambió a su denominación actual. De la mano de los antiguos mutualistas, entraron a la cooperativa técnicos ligados al Banco de Navarra.La sede social de la cooperativa se halla en Barcelona, contando la misma con nueve sucursales repartidas en Cataluña y Mallorca. En la localidad de Parets del Vallés, situada en la comarca industrial barcelonesa del Vallés occidental, se encuentra la sucursal catalana más importante.

La suspensión de pagos afectó a más de 400 socios de la citada localidad, as¡ como a 2.000 impositores, entre los que se cuenta el municipio local, quien había invertido en la caja de crédito varios millones de pesetas. La caja contaba con 5.000 socios cooperativistas.

El 19 de noviembre pasado, se instó la suspensión de pagos de la cooperativa ante el Juzgado de Primera Instancia número uno de Barcelona. La decisión fue asumida por el consejo rector de la entidad, debiendo ser ratificada por la asamblea de socios. Dicha reunión había sido convocada el 29 de diciembre, sin que llegara a celebrarse, al ser suspendida "de manera inexplicable" según criterio de los afectados.

Fuentes cercanas a la coordinadora manifestaron a este diario que el acuerdo tomado por el consejo rector sobre la suspensión de pagos podría no ser ratificado por la asamblea. La solicitud presentada ante el Juzgado de Barcelona reflejó un activo valorado en 2.300 millones de pesetas, mientras que el pasivo de la entidad crediticia ascendía a 1.700 millones.

Interrogantes en la gestión

La larga historia de enfrentamientos producidos en el interior de la sociedad durante los últimos años ha puesto de manifiesto diversos interrogantes sobre la gestión de los ejecutivos de la entidad de crédito.El origen de la polémica se situaba en las iniciativas de los directivos y los antiguos mutualistas de efectuar inversiones inmobiliarias y otros negocios, mientras que los dirigentes de las cooperativas obreras y otro sector de socios se reafirmaba en conceder créditos exclusivamente a los cooperativistas.

Numerosas sociedades anónimas laborales de Cataluña han quedado afectadas por la suspensión de pagos de la Caja de Crédito Mutual, hallándose en peligro la continuidad de varios miles de puestos de trabajo.

Forman parte de la coordinadora de afectados, formada para defender sus respectivos intereses, la Unión de Sociedades Anónimas Laborales de Cataluña, las cooperativas Intercoop y Hergom, así como representantes de Parets del Vallés.