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Violentos incidentes en la marcha de mineros de Andaluza de Piritas a Sevilla

A las ocho de la tarde de ayer comenzó en la sede del Ministerio de Trabajo una reunión de la representación de la empresa Andaluza de Piritas, SA, (Apirsa) y de sus 761 trabajadores con las autoridades laborales, con el fin de proseguir las negociaciones en torno al expediente de regulación de empleo provocado por la fuerte caída de los precios de los metales en los mercados internacionales. Por la mañana, una treintena de personas resultaron heridas o le!iionadas al disolver la Guardia Civil y Policía Nacional una marcha de mineros Apirsa y sus familiares desde Aznalcóllar hasta Sevilla.

La marcha de familiares y trabajadores de Andaluza de Piritas, que no contaba con autorización gubernativa, fue interrumpida apenas dos kilómetros después de iniciada por contingentes de la fuerza pública, que cargaron contra los varios centenares de manifestantes utilizando botes de humo y pelotas de goma, según informa nuestro corresponsal José Aguilar. El número de heridos y contusionados no ha podido determinarse con exactitud, aunque en fuentes sindicales se asegura que pasan de treinta. En el Gobierno Civil no se había facilitado información oficial a la hora de redactar esta crónica.Durante el resto de la jornada, un grupo de mineros se recluyó en los comedores de la empresa, diez mineros se encerraron en huelga de hambre en la catedral de Sevilla -postura que abandonaron a las 7 de la tarde, sin que intervinieran las fuerzas de orden público- y el grueso de los trabajadores continúa recluído en la parroquia de Aznalcóllar.

Estos incidentes corrieron en paralelo al encierro que el comité de empresa -integrado por 14 miembros de Comisiones Obreras y 3 independientes- realiza desde la tarde del pasado lunes en la iglesia madrileña Virgen del Mar, en el Barrio de San Blas, con objeto de llamar la atención sobre el citado expediente de regulación de empleo.

El subsecretario de Trabajo, Miguel Cuenca, convocó a primera hora de la noche de ayer a una representación de los trabajadores y de la empresa para tratar de encontrar una salida negociada.

El origen del conflicto de Andaluza de Piritas se encuentra en la regulación de empleo presentada el pasado mes de diciembre por la dirección a causa de la escasez de agua necesaria para proceder a la flotación del mineral y por la caída de los precios en el mercado internacional experimentada por los minerales que se explotan en Aznalcollar: cobre, plomo, zinc, plata y aleaciones. La representación de los trabajadores entiende que la empresa es viable.

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