"España no necesita una pasada por la izquierda ni por la derecha", afirma el presidente del Gobierno

En su discurso de clausura, el presidente del Gobierno y de UCD, Leopoldo Calvo Sotelo, dijo que UCD de Andalucía ha soportado y vencido una alucinante "catarata demagógica que, explotando los recursos más sensibles de la emotividad regional ha pretendido desfigurar las autonomías para presentarlas como el ungüento mágico de los problemas multiseculares." Criticó a quienes dicen que España necesita una pasada por la izquierda, afirmando que el pueblo no necesita que le pasen por la izquierda ni por la derecha; juzgó severamente a los diputados de su partido que han abandonado el grupo parlamentario y aseguró que las cosas no marchan mal en España."Tras el año 1981, en que los esfuerzos del Gobierno de UCD se han encaminado preferentemente a fiscalizar las autonomías, a sentar principios y límites en un ámbito en el que predominaba la inseguridad, ahora se puede mirar sin zozobra el futuro de la España regionalizada. Todos habréis de convenir conmigo que la situación era muy otra en febrero de 1980, y sólo a la luz de esta reflexión deben interpretarse nuestros superados tanteos y rectificaciones".

"UCD no es un partido nacionalista; UCD no reconoce otra nación que la nación española, proclamada como única en la Constitución que todos nos dimos. Y esto lo tenemos que decir así, sin artificios ni reservas, con toda claridad.

Y tenemos que decirlo aquí y en la campaña electoral. Y podemos decirlo en Andalucía porque lo decimos con la misma convicción en Madrid, o en Galicia, o en el País Vasco. UCD no tiene necesidad de acuñar un doble lenguaje o recurrir a una traducción simultánea trucada como hacen otros para por ejemplo, denunciar aquí un agravio comparativo y presentar en Barcelona ese mismo hecho como un éxito político y razón de complacencia".

"UCD no es un partido nacionalista, porque ¿dónde está escrito que sea un partido nacionalista el mejor gestor y más leal intérprete de los específicos intereses regionales? UCD ha tenido y tiene sobre sus hombros la responsabilidad del Estado, y ha sido desde el ejercicio de esa responsabilidad consciente y firmemente asumida desde la que protagonizó una decisión constitucional que significaba la cancelación del centralismo desde la que ha impulsado el proceso regionalizador, desde la que comparece con resolución y coraje en las elecciones regionales sin en mascarar la propia identidad".

Elecciones regionales

Tras destacar la importancia de las elecciones regionales de Anda lucía por la significación política de las mismas, Calvo Sotelo señaló: "En las antevísperas de ese proceso electoral importa tanto desechar un triunfalismo irresponsable como un catastrofismo injustificado e infecundo"'."Pero entenderme honestamente", añadió, "si os digo que la historia de España no termina el 23 de mayo. Nos importa también demostrar suficientemente que UCD no fue la ocurrencia electoral urdida desde el poder para allanar el tránsito hacia el régimen democrático, sino que es el lugar de encuentro y la organización política intérprete del sentir de mayorías anchas de andaluces y españoles".

"Con vistas a la futura Junta de Andalucía", añadió, "nosotros no tenemos que anunciar, por ejemplo, una política de integración como innovación programática, porque integradora ha sido siempre y en todo sitio nuestra tarea. Por el contrario, quienes ahora exhiben, sin duda con propósito de enmienda, voluntad de integración, tendrán que explicar convincentemente la razón de que no la hayan acreditado cuando tan amplias oportunidades han tenido para ello en las áreas del poder local".

Y se preguntó: "¿Es voluntad de integración acceder al Gobierno de ayuntamientos y diputaciones en virtud de un pacto sustraído al conocimiento deI electorado y más revelador de la naturaleza profunda de un partido político que todas las declaraciones tranquilizadoras que se puedan ingeniar? ¿Es voluntad de integración politizar la función pública local, discriminar en la prestación de los servicios, administrar recursos tan dolorosamente necesarios como los del empleo comunitario con criterios de adhesión partidista o sindical, en detrimento de los más capitales principios de la libertad e igualdad?".

A continuación, el presidente Calvo Sotelo hizo referencia a la frase pronunciada en determinados medios políticos de que "España necesita una pasada por la izquierda". En este sentido, dijo: "No estará de más contraponer que nosotros no creemos ciertamente que España necesite una pasada por la izquierda, ni tampoco una pasada por la derecha, y aún por el centro".

Liberalismo

"Nuestra concepción del poder y de la sociedad", agregó, "no nos permite creer que un pueblo pueda ser pasado por el aro, la piedra o la horca caudina, de una previa concepción dogmática, por la que debe sacrificarse la espontaneidad fecunda de una sociedad libre al esquematismo planificador de los utopistas". "Nos importa demostrar, con la recuperación del entusiasmo originario, que sigue siendo necesario un centro -ancho y sólido- atemperador de los antagonismos de bipolarización en los que tantas veces se ha encenegado nuestra convivencia civil. Nos importa acreditarnos como inteligentes conservadores de los que quieren conservar la salud y no la enfermedad, porque hay muchos valores, muchos principios, mucho legado histórico, digno de ser cuidadosamente preservado. Nos importa acreditarnos como reformistas audaces, porque sépase bien que UCD no se hace solidaria con los privilegios ni con las desigualdades que no traigan causa del esfuerzo, del mérito y de la capacidad, ni con las rémoras e insuficiencias de la vida española"."Nos importa acreditarnos como liberales, que no es tanto y sólo una etiqueta política, empobrecedora como toda etiqueta, sino la estirpe moral de quienes prefieren buscar la verdad con los demás, en lugar de agredir desde la jactanciosa pretensión de poseer la verdad entera solos".

Calvo Sotelo concluyó este apartado de su discurso diciendo: "Por todo ello UCD acogerá con satisfacción la incorporación a sus ofertas electorales de personas representativas de cuerpos sociales, cuerpos culturales, de grupos ciudadanos que, desde una situación de independencia, hayan acreditado una coincidencia de principio con los supuestos ideológicos del centrismo. Pero nadie concluya de esa intención un propósito de desvertebrar UCD o de someter al partido a una reconsideración permanente de su naturaleza que nos remita una y otra vez a sus orígenes fundacionales".

No marchan mal las cosas

"En España", añadió, "las cosas no marchan mal. Marchan, desde luego, sensiblemente mejor que hace unos meses. Ninguna perspectiva mejor que la de la presencia del Gobierno para vislumbrar la entidad y magnitud de los problemas reales. No se me ocurriría desconocerlos o minusvalorarlos. Pero, tan cierto como ello, es que todos y cada uno de los grandes problemas -riesgo involucionista, arraigo institucional, presencia exterior, terrorismo, seguridad ciudadana, proceso autonómico, reforma administrativa- ofrecen una perspectiva mejorada. También ofrece ese aspecto la crisis económica; todas las estimaciones para 1982 son moderadamente optimistas".