Acuerdo de los socialistas portugueses sobre los futuros poderes de Eanes

La decisión, aprobada unánimemente por la comisión política del Partido Socialista portugués (PSP), de recomendar al grupo parlamentario del partido que "consolide y desarrolle las soluciones consensuales logradas en las últimas jornadas parlamentarias" en materia de reforma de la Constitución pone, al menos en apariencia, punto final a una polémica que agitó los medios políticos portugueses en las dos últimas semanas sobre los poderes que debería asumir el presidente Antonio Ramalho Eanes con la nueva Constitución.

La reciente declaración de Eanes de que podría renunciar a su cargo si la nueva ley constitucional le redujera sus poderes, al ser divulgada en vísperas de las jornadas parlamentarias del PSP, fue considerada como el detonador de una nueva crisis interna de los socialistas y llevó a la convocatoria extraordinaria de su comisión política para plantear la cuestión globalmente.

En el acuerdo de la comisión política del PSP se señala que el partido reafirma solemnemente los compromisos asumidos en 1980 en el pacto político firmado con el general Eanes, con los socialistas de izquierda y los socialdemócratas independientes. De esta forma, los socialistas portugueses niegan tener cualquier tipo de relación con el anuncio del presidente Eanes de que dimitiría si la revisión constitucional significaba una reducción de sus poderes.

El grupo parlamentario y la dirección del PSP son también unánimes en condenar toda intervención o presión exterior sobre los trabajos del Parlamento en materia de revisión constitucional.

Divergencias internas

Con esta decisión queda también invalidada la afirmación de los comunistas portugueses sobre la existencia de un pacto secreto entre Mario Soares y Alianza Democrática para eliminar políticamente al general Ramalho Eanes. Aunque la existencia de tal pacto fue siempre negada por los socialistas, hace pocos días miembros del Gobierno se referían a la existencia de un acuerdo total entre Alianza Democrática y el Partido Socialista acerca del futuro del régimen democrático portugués.El debate interno sobre la revisión constitucional confirma el predominio en el seno del Partido Socialista de la preocupación por superar las divergencias internas.

Mario Soares ha recuperado así su posición de árbitro entre las distintas corrientes del partido, y dirigentes de las distintas tendencias participarán como oradores en la campaña de mítines públicos que el PSP iniciará el 29 de enero para denunciar la política del Gobierno de Pinto Balsemão.

Sin el apoyo del Partido Socialista era imposible para la coalición gubernamental, Alianza Democrática, reunir en el Parlamento la mayoría de dos tercios necesaria para modificar el texto de la Constitución vigente.

Sobre el otro punto conflictivo -el nombramiento de los jefes militares-, Alianza Democrática ya había aceptado la fórmula propuesta por la oposición no comunista: nombramiento de los jefes de Estado Mayor por el jefe del Estado, a propuesta del Gobierno.

Pero esta fórmula representa un retroceso en relación a la proposición socialista posterior (designación de los jefes militares por el Gobierno, a propuesta del ministro de Defensa) y queda por ver si los diputados socialistas aceptarán el punto de vista de su dirigente, en el sentido de introducir una cláusula de cortesía, según la cual, los actuales poderes castrenses del general Eanes no serían reducidos, aplicándose las nuevas disposiciones a partir de 1985 y de las nuevas elecciones presidenciales.