Argelia y Libia consolidan sus relaciones sin llegar a la fusión política

El jefe del Estado libio, Muamar el Gadafi, llegó ayer a la capital tunecina, en una nueva etapa de un periplo destinado a promover la "fusión política" de los Estados magrebíes. Argelia y la jamahiria han decidido consolidar sus relaciones y estrechar sus contactos a nivel ministerial, en aras de la "unidad árabe" y en defensa de los "principios comunes" a ambas revoluciones. La posibilidad de una fusión política entre Siria, Libia y Argelia, anunciada por la agencia oficial de Prensa libia Jana, no ha recibido confirmación por parte argelina.El balance de la visita de Gadafi a Argel se reduce a una serie de conversaciones políticas con el presidente Chadli Benjedid, varios baños de masa con la población argelina, efectuados con un olímpico desprecio a las normas más elementales de seguridad, y una discreción inhabitual por parte de los medios informativos argelinos. Gadafi ha reiterado a sus interlocutores argelinos que se considera "en su casa" al llegar a Argel, y ha invitado a Chadli y al resto de la dirección política argelina a visitar Trípoli "cuando mejor le plazca", como correspondería a las relaciones fraternales existentes entre los dos regímenes.

Ni que decir tiene que este tipo de argumentos, ha sido recibido con una frialdad cortés por los argelinos, reacios a toda sugerencia que desemboque en una situación política imprevisible. A pesar de ello, el coronel Gadafi pudo constatar su extrema popularidad en la población argelina.

El anuncio hecho por Jana a propósito de una reunión conjunta del Parlamento argelino y el Congreso General del pueblo libio, en marzo próximo, para refrendar la unión política entre los dos países no recibió confirmación por parte argelina. Todo parece así indicar que las sugerencias del líder libio de unir las tres revoluciones hermanas, Siria, Libia y Argelia, fueron recibidas aquí con mitigado interés, incluso si la crisis por que atraviesa el mundo árabe es un elemento a favor de la cohesión de sus filas.

Gadafi y Chadli se mostraron de acuerdo en actuar moderadamente en sus relaciones. con Washington, sin menoscabo de la firmeza que requeriría una respuesta a su actitud en la cuestión del Golán y de la autonomía de la población palestina de Gaza y Cisjordania.