_
_
_
_
La liberación del doctor Iglesias

La policía afirma que ETA Político-militar intentó ocultar su intervención en el secuestro del padre de Julio Iglesias

Los altos responsables de la seguridad del Estado manifestaron ayer, durante una conferencia de Prensa celebrada en el Ministerio del Interior, que el secuestro del doctor Iglesias ha sido obra de la fracción minoritaria de la organización terrorista ETA Político-militar, que continúa la lucha armada y no ha aceptado el temporal "alto el fuego" anunciado por la organización el pasado año. Según sus versiones, esta organización intentó camuflar el secuestro y desviar la atención de la opinión pública para que no se sospechara de su intervención en el mismo y conseguir los mil millones de pesetas que pensaban pedir por la liberación del padre de Julio Iglesias.

La organización ETApm hizo público ayer un comunicado en el que señala que asume la responsabilidad del "arresto de Julio Iglesias Puga", e indica que "ello no significa en absoluto la ruptura de la tregua que venimos manteniendo desde el 27 de febrero del pasado año". El móvil del secuestro queda perfectamente aclarado en el citado comunicado, que señala que "el aprovisionamiento de medios financieros es una necesidad permanente de la organización, lo que no implica ninguna alteración de nuestra decisión del alto el fuego".Por su parte, el doctor Iglesias se negó ayer a hacer cualquier tipo de declaraciones a la Prensa, a pesar de que su hijo Carlos había prometido el pasado domingo que ayer, lunes, se ofrecerían unas declaraciones a los medios decomunicación.

La conferencia de Prensa fue presidida por el director de la Seguridad del Estado, Francisco Laína, al que acompañaban el director General de Policía, José Luis Fernández Dopico; el director general de la Guardia Civil, teniente general Aramburu Topete; el director del Mando Unico para la Lucha Antiterrorista, Manuel Ballesteros; el jefe de la Brigada Central de Información, Domingo Martorell; el general inspector de la Policía Nacional, teniente general Sáenz de Santamaría; el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, general Toquero; el jefe Superior de Policía de Madrid, Gabriel García Gallego, y el jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, comandante Holgado.

Desde el 29 de diciembre, fecha en que fue secuestrado el doctor Iglesias, la policía inicia una serie de investigaciones que llevan a varias conclusiones. Por una parte, la Brigada Regional de Policía Judicial investiga la participación en el asunto de personas suramericanas o delincuentes comunes y el Mando Unico para la Lucha Antiterrorista (MULA) activa sus canales de información, pues el secuestro recuerda al perpetrado contra el industrial valenciano Luis Suñer. El pasado día 2, según Manuel Ballesteros y Domingo Martorell, se llega a la conclusión de que el secuestro es obra de ETApm.

A partir de ese día, el Mando antiterrorista desplaza a un grupo de inspectores al País Vasco, dirigidos por Domingo Martorell, jefe de su brigada operativa, quienes, tras realizar varias detenciones y como producto de una serie de investigaciones policiales, llegan a una pista clave, que no quiso ser revelada por los responsables policiales. Domingo Martorell se desplazó al País Vasco no sólo centrando la investigación en el caso Iglesias, sino que también se ocupó del secuestro del industrial Lipperheide.

En contra de lo que se dijo ayer en algunos medios de comunicacíón, la detencíón el pasado sábado de un miembro liberado ilegal de ETApm, que llevaba una carta del doctor Iglesias que serviría de prueba para que su familia confirmara que la víctima se encontraba viva, no fue la pista que llevó hasta los secuestradores, puesto que veinticuatro horas antes la policía ya conocía el paradero del doctor. Domingo Martorell manifestó a este periódico que el verdadero error que cometieron los secuestradores no podía revelarlo, puesto que "pueden volver a cometerlo de nuevo".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Manuel Ballesteros indicaba que todavía la policía no sabía si las cuatro personas detenidas en Trasmoz habían sido las autoras materiales del secuestro, puesto que todavía no han sido interrogadas y la investigación continúa abierta. Los detenidos fueron trasladados ayer a Madrid. Se trata de José Luis Gutiérrez García, Gloria Gutiérrez Fombellida y Baltasar Calvo Gabatén. La Audiencia Nacional ha asumido la competencia en el sumario abierto por el secuestro del doctor Iglesias y ayer las diligencias previas instruidas por la policía sobre el caso habían pasado a disposición de Juzgado Central número 2 de este organismo.

La policía indicó que las dos personas que secuestraron al doctor Iglesias se hicieron pasar por suramericanos lo que, en principio, hizo dirigir las investigaciones hacia grupos de delincuentes comunes, aunque tales afirmaciones no convencieron a los periodistas presentes en la conferencia de Prensa puesto que ETApm suele realizar estas acciones de forma más limpia, sin dejar tantas pistas. Asimismo, lo s mandos policiales descartaron la hipótesis de que ETApm pudiera haber encargado a un grupo de delincuentes profesionales la ejecución del secuestro para luego hacerse cargo del padre de Julio Iglesias.

La casa donde fue encontrado el doctor Iglesias había sido comprada hace año Y medio por uno de los detenidos, apodado el Guti, quien pasaba cortas temporadas en Trasmoz junto con su hija. Era el mismo lugar donde el industrial valenciano Luis Suñer pasó el tiempo que duró su secuestro.

Incógnitas no despejadas

A pesar de la nutrida presencia de mandos policiales y de lo prolongado de la conferencia de prensa no todas las incógnitas del caso fueron debidamente despejadas. Numerosos periodistas confiaron a lo largo de todo el día de ayer en que el propio Julio Iglesias Puga y su amigo, el abogado Fernando Bernáldez, aportaran datos que permitieran conocer mejor lo sucedido desde el pasado día 29 diciembre hasta el feliz desenlace de la madrugada del domingo. Pero ni uno ni otro hicieron declaraciones.El abogado Fernando Bernáldez, que actuó de mediador ante los presuntos secuestradores para la negociación del rescate, acudió ayer tarde a su despacho por primera vez en diecinueve días. Bernáldez se excusó de hacer declara ciones a una periodista de EL PAÍS al afirmar que la familia Iglesias había hecho un pacto con la policía para no contar nada.

Las palabras del abogado vie nen a confirmar que el silencio del doctor Iglesias no se debe tanto a una contraindicación médica, por una supuesta afonía, como a un ruego de las autoridades policiales. El agradecimiento que la familia Iglesias profesa a la policía española desde la madrugada del pasado domingo explica los sucesivos aplazamientos de la conferencia de prensa del doctor que, según las últimas informaciones, se producirá dentro de un par de días fuera de territorio españo.

La única concesión de Carlos Iglesias fue acceder en la tarde de ayer a que los fotógrafos de prensa subieran de tres en tres al domicilio familiar justo el tiempo imprescindible para hacer una instantánea a su padre. Nuestro periódico tuvo la fortuna de captar un momento en el que padre e hijo se daban un beso, a requerimiento del primero, a lo accedió el hijo no sin ciertas reticencias: "No deberíamos hacerlo", comentó, "porque luego vamos a tener que dar un beso para cada fotógrafo". El doctor Iglesias, pese a la premura de Carlos, aún tuvo tiempo para agradecer el comportamiento de los medios informativos y de este periódico, en concreto, ante su se cuestro.

Por la noche el doctor Iglesias y su hijo Carlos se trasladaron a un restaurante para cenar con los mandos policiales que dirigieron la operación de rescate. El doctor ha sido nombrado hijo adoptivo del Cuerpo Superior de Policía y de los GEO. Como contrapartida, el cantante Julio Iglesias tiene previsto crear una fundación para huérfanos de policías y guardias civiles. En la cena el doctor Iglesias hizo una breve declaración en la que afirmaba que seguía vivo gracias a Dios y a la policía española, que la calificó como la mejor del mundo.

Finalizada la cena, cuando el doctor regresaba a su casa, en la calle de San Francisco de Sales, se recibió una amenaza de bomba, lo que obligó a un registro policial.

Algunos de los puntos que permanecen oscuros, después de la conferencia de prensa y ante el silencio del abogado que actuó de mediador así como de la familia Iglesias, se refieren a la identidad concreta de los ejecutores del secuestro y al número de personas implicadas en la operación. No se sabe, por ejemplo, si los cuatro detenidos en Trasmoz son los que actuaron en Madrid. Más bien parece que no. No está en absoluto aclarado el tema del acento suramericano de los pretendidos periodistas de la televisión alemana que regalaron el televisor al doctor

La policía daba ayer por buena la versión de que se trataba de una simulación del comando de ETA que actuó. Sin embargo, fuentes oficiosas afirmaban el domingo que los dos suramericanos, cuya identidad y residencia obraban en poder de la policía, "habían ahuecado el ala", esta fue la expresión, al conocer la noticia de la liberación del doctor. La policía tampoco dio explicación alguna a la utilización del nombre del abogado Jaime Sanz de Bremond por parte de los hombres del televisor.

No quedó claro tampoco cuántas fueron las llamadas de los supuestos secuestradores, que según algunas fuentes pudieron ser hasta veinte. Con toda seguridad hubo cuatro contactos que dieropn pie a la mediación de Bernáldez. Uno, el 31 de diciembre; otro fue ya en el nuevo año y en él se proporcionó a Bernáldez una contraseña. Otro tercer contacto se produjo el día 6, fecha en que el mediador recogió dos comunicados, uno para la familia y otro para él, que habían sido depositados en una cafetería próxima a Ventas. Al día siguiente se producía un nuevo contacto en el que los secuestradores advierten que si el rescate no se paga rápidamente el doctor Iglesias "sería pasado a ETA".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_