La Capitanía General de Valladolid niega que haya militares vigilados telefónicamente

«Las insinuaciones que se hacen a la intervención de teléfonos con motivo de actividades de signo involucionista, dando a entender que pudiera estar implicado algún militar, son absolutamente inciertas. Ningún militar de esta guarnición está sujeto a observación o investigación en el asunto aludido», afirma una nota hecha pública ayer por la oficina de Prensa de la Capitanía General de la VII Región Militar, con sede en Valladolid.El citado escrito sale al paso, según hace constar en sus primeros párrafos, de una información aparecida en la Hoja del Lunes de Valladolid, firmada con el seudónimo Torozos. Una parte de esta información hace referencia a la aparecida el pasado sábado en EL PAIS sobre la intervención de teléfonos en la Academia de Caballería de Valladolid, que no ha sido desmentida. El periódico vallisoletano hablaba también de la «frecuente presencia de civiles de reconocida tendencia ultraderechista» en reuniones y tertulias celebradas en el bar de la Academia de Caballería y, sobre todo, en el recinto denominado La Cabaña, en el Regimiento Calatrava.

La nota de la Capitanía General de la VII Región Militar niega estos extremos y asegura que «en muy escasas ocasiones se encuentran paisanos de cualquier tendencia en la Academia de Caballería, familiares o amigos de los militares destinados en ella, por expresa restricción de estas visitas ordenada por su director, en atención a una finalidad puramente militar».

La Hoja del Lunes de Valladolid señalaba también que en el acto conmemorativo de la Pascua Militar, el teniente general Lacalle Leloup, capitán general e la VII Región Militar, el resto de los generales que hicieron uso de la palabra no se refirieron en sus discursos a esta problemática, eludieron cualquier tema conflictivo y obviaron hacer referencia a la Constitución. La nota de la Capitanía General indica al respecto que «corresponde a los respectivos mandos militares tratar de los temas procedentes en cada acto». «Por otra parte», añade, «no se pueden parangonar las intervenciones que, con motivo de la Pascua Militar, tuvieron Su Majestad el Rey y el ministro de Defensa con las de las capitanías generales. Aquéllos tienen a su cargo altas responsabilidades políticas y éstas son órganos estrictamente castrenses y con misiones exclusivas de lo que es militar. La Constitución se acata y se cumple por los militares de esta región, así como todo el ordenamiento jurídico español, sin necesidad de estarlo repitiendo de palabra constantemente. Además se recuerda que el capitán general, en sus últimas declaraciones públicas, hechas en el pasado mes de diciembre a Radio Cadena Española, trató precisamente, y con carácter exclusivo, de la obligatoriedad del cumplimiento de la Constitución y de la especial gravedad de ese acatamiento por parte de los militares».

La Capitanía General de la VII Región Militar, que califica de panfletaria, anónima y mendaz la información aparecida en la Hoja del Lunes, niega también rotundamente que los profesores de los cursos de ascenso a que va a concurrir el capitán Pitarch hayan recibido orden del ministro de Defensa para aprobar a dicho oficial.