_
_
_
_
_

La formación del Gobierno autónomo asturiano divide a los socialistas

La iniciativa de Rafael Fernández, presidente del Consejo Regional asturiano y senador socialista, secundada por la comisión ejecutiva regional del PSOE, de formar un Gobierno de concentración en la primera fase de la autonomía que entrará en vigor este mes, ha provocado una fuerte reacción de contrariedad en algunos sectores de la Federación Socialista Asturiana, que se han manifestado abiertamente favorables a la constitución de un Ejecutivo monocolor o a una alianza por el Partido Comunista de Asturias (PCA).Dirigentes asturianos de UGT, algunos, parlamentarios y militantes han criticado públicamente a la dirección por haber propuesto de entrada a los demás partidos políticos el Gobierno deconcentración. Este sentimiento de disgusto con la gjecutiva ha sido implícitamente capitalizado por Pedro de Silva, portavoz -del PSOE en la Comisión de Industria del Congreso, en una propuesta de programa de gobierno hasta la celebración de las primeras elecciones, regionales en 1983, aprobada por la agrupación de, Gijón.

Dicho programa lleva implícita la presentación de su autor como candidato a la presidencia del primer Gobierno autonómico asturiano, frente a Rafael Fernández, que cuenta con el apoyo mayoritario de la actual dirección del partido. Por todo ello, el congreso regional del PSOE, que dará comienzo el próximo día 15, ha despertado una gran expectación en los medios políticos sindicales y económicos asturianos.

El candidato a la presidencia de la primera opción es Rafael Fernández, bien visto por los círculos financieros asturianos, condición esta que diricilmente tendría otro presidente socialista. La ponencia respaldada por la mayoría de la ejecutiva asturiana descarta la alianza con el PCA, que sólo beneficiaría a este último partido.

Esta ponencia fija como objetivos prioritarios de la primera fase autonómica la dotación de los instrumentos legales que permitan el funcionamiento de las instituciones de autogobierno; la construcción de la nueva Administración regional, conforme a criterios de profesionalidad y eficacia; imparcialidad y moral de servicio público y desarrollo de acciones puntuales en defensa de los grandes intereses asturianos, o vinculados a Asturias: siderurgia, comunicaciones, estatuto de la leche y otros. Por el contrario, la ponencia de Gijón, que contiene el programa de Pedro de Silva, argumenta que las dificultades para cumplir dicho programa serán mayores con un Gobierno de concentración que con uno socialista.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_