Las bolsas empezaron el año sin Reyes Magos
Los cuatro mercados españoles de valores iniciaron ayer el año 1982 con la falta de todo esos incentivos, en este caso econórnicos, que animan la la actividad. Horas después de que sus índices generales se pusieran de nuevo a 100, como es obligado en cada apertura de ejercicio, los cierres de la primera sesión arrojaron bajas que oscilan entre 0,83 puntos en Madrid y 1,25 en Valencia. Los habituales no esperaban Reyes Magos; sus apuestas de futuro eran dominadas por vaticinios de estabilidad.Con el final de año, las bolsas han perdido el aliciente Fiscal, pues son ahora muchos menos quienes acuden en busca de desgravaciones o minusvalías de cara al impuesto sobre la renta Además, la supresión de la posibilidad de minusvalías para quienes suscriban acciones liberadas total o parcialmente sigue siendo comentada con dolor o enfado en los medios bursátiles.
También han dejado de operar en masa las sociedades que aprovechan los fines de ejercicio para ajustar sus carteras. Estamos, pues, ante un nuevo cielo. Y, según los expertos, ello influye más que ningún otro acontecimiento en la negociación y en las cotizaciones. Claro que tampoco faltó ayer la sorpresa por el secuestro del industrial vizcaíno José Lipperheide Henke, presente en una veintena de empresas. Pero, si en algo pudo influir, habrá sido a través del temor a un resurgir del terrorismo.
En este contexto de principio de año y carencia de ilusiones, que en la primerajornada de 1981 no impidió un balance final positivo, los volúmenes de contratación, como era previsible, reflejaron minimos casi olvidados. En Madrid parece haber bajado un 80% con respecto a días anteriores. También el mercado canibiario de letras ha acusado un notable descenso en el volumen ofertado, si bien se mantiene el comportamiento comprador.
Al empezar las sesiones, el mayor interés de la jornada estaba en el descuento de numerosos dividendos en diferentes corros, especialmente en el eléctrico. Estos anticipos de dividendo, del 5%, aproximadamente, en el caso de las grandes eléctricas, tras los cuales hasta abril o mayo no habrá tales oportunidades, coiticidieron paradójicamente con notables bajas en las cuatro o cinco grandes, sobre todo Iberduero, Unión y Viesgo.
Los bancos, que en principio mostraban signos favorables, terminaron por ablandarse ante la evolución del grupo anterior. Valores como los del Santander, Popular y Vizcaya sufrieron importantes erosiones, con variaciones de uno a otro mercado. No obstante, las repeticiones fueron lo más generalizado. En Madrid, la oferta de títulos bancarios por caja se situó en torno a los 100.000, de los cuales el mercado tomó la mitad.
En el resto de los grupos, el ambiente fue apagado. Emre los valores que desentonaron, cabe destacar la baja de Telefónica ( un punto) y los tres o cuatro puntos de ganancia de Dragados y Construcciones, fenómeno este que causó sorpresa y que: los expertos creen no tiene más justificación que el poco movimiento.
Al término de la sesión madrileña, que puede ser extensiva a las otras tres bolsas, la baja global de 3,26 puntos en el sector eléctrico, combinada con otra de 0,13 en bancos comerciales, sólo pudieron compensadas en una pequeña parte por las mejoras de construcción, inversión y, en menor medida, siderúrgicas.
No obstante, al final repuntaban algo las eléctricas, e incluso había dinero para Inmobiliaria Asturiana, Torras, Fénix, Motor Ibérica y Unión Europea de Inversión. Cierto también que una decena de valores mostraban papel. Así, los pronósticos más repetidos apuntaban aburrimiento, estabilidad y calma para los próximos días.
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