Varias chabolas de familias gitanas incendiadas en Valencia
La noche del viernes ardieron varias chabolas de los gitanos situadas en la plaza del Profesor López Ibor, en Valencia, que habían sido deshabitadas los últimos días a raíz de los enfrentamientos entre clanes gitanos. Esta violencia se ha producido como consecuencia de los sangrientos hechos del día de Navidad, en que resultó muerta una mujer gitana, de 55 años de edad, y detenidas varias decenas de gitanos, a los que se les ocuparon numerosas armas.La tensión en la comunidad gitana es enorme desde la mortal reyerta del día 25 en una barriada de la ciudad. Diversos campamentos quelos gitanos tienen en Valencia han sido desalojados por familias enteras, que han emprendido un éxodo para alejarse de posibles venganzas personales. Al parecer, familiares de la mujer muerta en la reyerta han llegado a Valencia en los últimos días.
La policía procedió ayer mismo a desalojar a casi dos centenares de gitanos, que tras huir de Valencia se habían instalado en las inmediaciones de la urbanización Club Médico y de la residencia Los Josefinos, en Benidorm (Alicante). El desalojo se produjo por la falta de condiciones sanitarias y ante la posibilidad de que el campamento fuese incrementado por otros cincuenta gitanos que eran esperados.
A raíz de los enfrentamientos del día de Navidad permanece ingresado en la sala de reanimación del hospital Clínico de Valencia el joven Juan Moreno Moreno, de veinticuatro años. Su estado es muy grave, si bien en las últimas horas se le han podido administrar los primeros alimentos líquidos por la boca.
La asociación gitana de Valencia ha manifestado, en relación a la trascendencia que la reyerta, gitana está teniendo en los medios de información, su disconformidad con el tratamiento informativo que'ha tenido, caracterizado por sensacionalismo y desconocimiento de las normas internas que rigen la convivencia en el pueblo gitano.
La reyerta del día 25 entre familias gitanas, desencadenante probable de estos nuevos. sucesos, se cree que tuvo su origen en la tarde del día 24, cuando Dolores Hernández Bustamante, de 68 afios, fallecía al recibir tres disparos de pistola a la puerta de su casa, en la localidad valenciana de Cheste, cuando estaba preparando dulces navideños.
