Atraco y solidaridad
La pasada semana, mi esposa fue asaltada por tercera vez desde que regresamos a España hace tres años. Esta vez fue asaltada, junto con una clienta-amiga que se encontraba en la tienda con su hijo en ese momento, por unos malhechores jóvenes e impulsivos que con pistola en mano, entraron en el establecimiento y, sin cortesía alguna, desvalijaron parte de la tienda y ultrajaron a las dos mujeres, llevándose todo el dinero que ambas poseían.Bien, pero cuál fue la sorpresa de mi esposa, que al regresar a casa se encontró encima del aparador una bella planta navideña un sobre con varios miles de pesetas y una tarjeta firmada por varios matrimonios clientes, los cuales habían realizado una colecta para así ayudar a mi esposa a sobrellevar los gastos causados el día anterior.
¡Qué bello gesto!, ¡qué sentimientos hay todavía en miles de personas!, y son estos sentimientos y esta unión los que nos dan ánimos y fuerzas en seguir luchando por una sociedad mejor y más justa./
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