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Tribuna:Me pagan por esto
Tribuna
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Pujol y los intelectuales

Jorge M. Reverte

-La flor y la nata de los intelectuales castellanos está en Cataluña. Jordi Pujol les ha pagado un viaje para que se entiendan con los catalanes.Te colocas en la terminal del puente aéreo Madrid-Barcelona y esperas paciente como un cazador de tigres. Por allí habrán de pasar todos sin más excepción que la de Jesús Fernández Santos, quien sufrió una hemorragia digestiva al llegar a Barcelona. Los que vuelven coinciden en señalar que la enfermedad del autor de Euramuros y Cabrera no tuvo nada que ver con la marcha de las sesiones. Luego entran en materia:

-Ha habido un largo alejamiento entre ambas culturas. Sigue habiendo un gran alejamiento.

Ignacio Sotelo, presente en las jornadas, recuerda que Pujol destaca como el mayor logro del proceso autonómico la recuperación de la lengua:

-Y ese ha sido el problema de las jornadas -continúa-, la lengua. De cuando en cuando salía alguien que decía lo de "la actual conformación del Estado español" y no había quien entendiera nada.

Lluvia a destiempo.

Al aeropuerto llega también un equipo de filmación procedente de Francia. Su trabajo consiste en hacer un reportaje sobre los efectos de la sequía. El cotarró lo dirige Carlos Semprún. Semprún come con José Luis Leal y con el antiguo director general de Economía, Crisanto Plaza, viejos amigos suyos. Crisanto sugiere que vayan a filmar a Bustarviejo, su pueblo natal, situado a pocos kilómetros de Madrid.Horas más tarde, Leal recuerda a sus amigos, mientras contempla melancólico la caída de un copioso chaparrón:

-Pues les va a quedar bien el reportaje.

En la redacción se suscita una enconada pugna por encontrar a los culpables. El grupo de laicos niega que José Luis Alvarez, ministro de Agricultura, tenga nada que ver con el fin de la sequía. Se inclinan por la tesis de la campaña antifrancesa, capitaneada por el gastrónomo Xavier Domingo y por el editor Manuel Arroyo, autor de un panfleto anónimo contra la cultura francesa y su influencia en España.

Aprovechas la confusión para coger el teléfono del jefe de nacional. Una voz familiar te comunica la información sin identificarse:

-Fernández Ordóñez ha iniciado una campaña de reclutamiento de cuadros para su partido. No quiere que la posible convocatoria de elecciones anticipadas sorprenda a Acción Democrática sin las listas preparadas.

Redactas con rapidez una nota y se la entregas al responsable de la sección:

-¿Cómo te has enterado de esto?

-Uno tiene contactos -respondes con modestia.

La discusión se interrumpe al conocerse la noticia. Los acalorados participantes digieren la información y el grupo se disuelve poco a poco. Algunos se dirigen hacia sus teléfonos y hablan en voz baja con ojos ansiosos.

Solidaridad con Solidaridad.

-Chico, te has apuntado un tanto.El redactor jefe reconoce tus méritos y te devuelve a la información política. Hay una manifestación de protesta delante de la Embajada de Polonia. Abundan los militantes socialistas y troskistas. Los del PCE van por libre. Uno de ellos te explica por qué:

-Carrillo no quiere que hagamos anticomunismo.

Jaime Pastor, de la ejecutiva la la Liga Comunista Revolucionaria, se desespera:

-Es una vergüenza que venga tan poca gente. Hay que mover esto. En enero vendrá el dirigente de Solidaridad Kowalewsky, y podremos aprovechar la ocasión para implicar a más fuerzas.

Un individuo con aire enajenado da saltos en solitario al tiempo que entona un estribillo:

-Un bote, dos botes, Walesa el que no bote.

-¿Es un loco? -preguntas.

-No -te responde uno de los militantes del PSOE que han organizado la protesta-, es militante del PCE, de la tendencia prosoviética.

Verdades como puños. Los rusos se convierten en noticia por todas partes. Francisco García Salve -el cura Paco- presenta un libro titulado Por qué somos comunistas, en el que reivindica las más puras esencias de la Tercera Internacional. El economista Miguel Muñiz ojea las páginas con detenimiento y comenta con tono mesurado:

-Más que explicar por qué es comunista el autor, este libro explica por qué no lo somos algunos, y deja sin explicar por qué lo siguen siendo otros.

Mientras descifras en trabalenguas, García Salve dice que a él la clase obrera le quiere porque dice verdades como puños. Un escalofrío te recorre la nuca y te marchas con sigilo. Puedes hacerte de oro con la idea si evitas que nadie se te adelante. Se trata de contactar con Dale Carneggie y hacer un trabajo sobre Cómo hacer que le quiera a uno la clase obrera, editado en libro y casetes. Pides un mes de vacaciones para poner en práctica tus proyectos.

-Ni vacaciones ni nada -te replica indignado el redactor jefe-; tú sigues en política porque todos se han ido a pasar las Navidades a casa.

Estás acostumbrado ya a la adversidad. Y sabes ver el lado bueno de las cosas. Quedarse también significa acudir a la cena que el PSOE organiza con los periodistas. Te codeas con lo mejor de la profesión. En tu mesa se sientan miembros de la ejecutiva socialista, como José María Maravall y Carmen Mestre, y aprovechas la circunstancia para utilizar fórmulas tales como "nosotros, los redactores políticos...". Llegas, incluso, a esbozar un atrevido análisis sobre la política del PSOE. Cuando lo rematas, esperas la respuesta de tus interlocutores. Maravall es quien se decide a dar la primera réplica:

-No están buenos estos buñuelos.

Carmen Mestre y Pedro Bofill, el organizador de la cena, entonan a coro el vúelveee a casa, vuelveee y te dejas llevar por los vapores del vino. Al menos te han regalado un bolígrafo.

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