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Los "renovadores" del PCE pronostican un desastre electoral a la actual dirección

El Partido Comunista de España sufrirá un desastre en las próximas elecciones generales, y podría convertirse en «una caricatura del Partido Comunista francés», según el análisis realizado por miembros destacados del sector renovador del PCE, durante una reunión realizada recientemente en Madrid. Los renovadores preparan nuevas acciones en el interior del partido, entre ellas la redacción de un documento sobre política eurocomunista, al tiempo que proyectan intensificar sus contactos con grupos de base.

Este sector llevaba varias semanas en silencio, tras la espectacular expulsión del Comité Central de algunos de sus dirigentes -Carlos Alonso Zaldívar, Pilar Brabo, Manuel Azcárate y Julio Segura, entre otros- y el escándalo organizado en el Ayuntamiento de Madrid por la destitución de Eduardo Mangada, Cristina Almeida y otros concejales comunistas. Estos últimos todavía continúan en la Corporación madrileña, al estar pendiente de solución los recursos legales planteados contra la expulsión.Miembros del citado sector opinan que su papel en los últimos decenios de la historia del PCE ha sido demasiado definido como para que la línea representada por ellos se vea «usurpada por gentes llegadas del exterior». Según este análisis, su trabajo y el del movimiento obrero ha sido decisivo para la incidencia alcanzada por el PCE en la sociedad, y ello se comprobará en la falta de respaldo electoral que, siempre según los renovadores, sufrirá el Partido Comunista de España en las próximas convocatorias a las urnas.

En palabras de uno de los expulsados del Comité Central, «no se trata sólo de condenar lo que ha sucedido en Polonia, sino de llegar hasta el final en el análisis de lo que se ha denominado socialismo real», término este último que alude a la línea ortodoxa de los países del este de Europa. «Hay que plantearse», prosigue la misma fuente, «si tiene algo que ver todo eso con el socialismo, tal como lo entendemos nosotros, tal como lo hacen Berlinguer y la dirección del Partido Comunista italiano».

No se integran en el PSOE

Desde el punto de vista práctico, el proyecto de los renovadores consiste en «dar un giro a la situación» y no continuar la actual batalla agrupación por ción, sino promover un auténtico debate político. Se trata de blecer la forma de entender el trabajo en el partido y en la sociedad, articular las fuerzas de la cultura y los movimientos socia les, y precisar las relaciones con el movimiento sindical de Comisiones Obreras. Otro proyecto consiste en editar una revista teórica, que en cierto modo fuera continuación de Nuestra Bandera, cuando ésta se encontraba bajo la responsabilidad de algunos de los eurocomunistas hoy apartados de la misma.Los promotores del proyecto niegan que el verdadero objetivo de la operaclón sea integrarse en el PSOE, dado que «si criticamos el trabajo de la dirección del PCE, siempre orientado hacia las cúpulas políticas, no digamos nada del PSOE, que prácticamente no se preocupa de actuar en la sociedad civil. Lo que deseamos es mantener las aportaciones teóricas que hemos hecho, llevarlas a la práctica e impedir que el Partido Comunista de España llegue a convertirse en una caricatura del Partido Comunista francés, que es el camino recorrido por la dirección actual».

Algunos de los rumores existentes tras la reunión de dirigentes renovadores apuntaban la posibilidad de que algunos de ellos hubieran defendido la convenlencia de intentar una convergencia con el PSOE, como única alternativa válida para el futuro.

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