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El alumno de Vigo pudo haber sido lesionado por su padre

El claustro de profesores del colegio nacional San Salvador de Teis (Vigo) ha desmentido la versión ofrecida por el niño, José Alfonso Taboada sobre el presunto apaleamiento del que fue víctima por dos profesores de dicho centro docente. Según el claustro, que el lunes llevó a cabo una encuesta entre los profesores, los miembros de la asociación de padres de alumnos, algunos vecinos del barrio y alumnos del colegio, los dos profesores acusados de golpear brutalmente al chico se limitaron a propinarle algunos cachetes.

El padre del alumno golpeado había presentado una denuncia en la comisaría de policía de Vigo, después de que el niño hubiese sido reconocido en el hospital de la Cruz Roja, y obtenido un diagnóstico en el que se dice que sufre «síndrome de apaleamiento, con contusión facial izquierda, y contusiones en el cuello, espalda y nalga izquierda».Según las conclusiones a que ha llegado el claustro, los golpes que produjeron las lesiones que sufre el niño podrían haber sido, obra de su propio padre, al que algunos vecinos reconocen como violento con el niño y del que otro vecino dice que la noche del viernes pasado, tras los sucesos del colegio, dio una paliza a su hijo. La versión de los dos profesores acusados, recogida por el claustro y la asociación de padres, es que uno de ellos interrogó al niño delante de toda la clase sobre los comentarios que había hecho acerca del comportamiento de unos profesores con alumnas del centro, a las que, según el niño, «metían mano» aquéllos. Al parecer, el niño contestó con insolencia y blasfemias, por lo que recibió varios cachetes del profesor. El viernes, el niño fue llamado por el profesor citado en sus comentarios, que le dio unos cachetes en el despacho de la directora por los mismos motivos que su compañero.

De las declaraciones recogidas por el claustro de profesores se deduce que el niño no presentaba señales de golpes el viernes a mediodía ni por la tarde, cuando fue con su padre al colegio, donde se entrevistó con los profesores. Según esta misma versión, el problema se habla iniciado cuando el niño manifestó a su madre que no quería seguir asistiendo a clase en el colegio, «para no ver cómo el profesor metía mano a las niñas». Las alumnas citadas por el niño han negado que tal comportamiento se hubiese producido, según la versión recogida por el claustro.

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