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Reacciones al "manifiesto de los cien"

Los medios informativos occidentales, preocupados por las crecientes amenazas del golpismo en España

Los más importantes diarios y cadenas de televisión del mundo occidental dedican amplios espacios a exponer la fragilidad de la democracia en España. Algunos medios se preguntan cuáles serán los altos apoyos de que gozan los autores del manifiesto, cuyo grado más elevado es el de capitán, mientras el diario Le Monde cree saber que las reivindicaciones contenidas en el escrito de los cien oficiales y suboficiales coinciden con las expuestas al rey Juan Carlos por los capitanes generales.Todos los comentarios que se sucedieron en Francia de manera intermitente, a lo largo del domingo pasado y de ayer, coincidían en lo que resumía el diario conservador Le Figaro: «Se trata de una nueva provocación de los ultras de las Fuerzas Armadas, que confirman lo que ya se sabía, es decir que en el Ejército- existe una fracción muy mayoritária conservadora y leal, y una reducida fracción extremista que ha abandonado al Rey y que ha franqueado, o está dispuesta a franquear, la línea que la separa de la subversión».

Tanto el diario francés Le Monde como el alenián Suddeutsche Zeitung coinciden en preguntarse por los apoyos que los firmantes del manifiesto puedan tener en altos mandos de las Fuerzas Armadas. «Si capitanes y otros grados más bajos se atrevieron a atacar de una forma tan masiva el sistema democrático», dice el periódico alemán, «se teme que tienen que tener la sensación de ser muy fuertes y estar protegidos por arriba».

También los principales diarios norteamericanos recogieron ayer la noticia, aunque valorándola de forma distinta. Entre otros, el correspon . sal en Madrid de The Washington Post califica el asunto como confrontación entre el poder civil y sectores del Ejército, y añade que «fuentes políticas han indicado que los patrocinadores de la declaración podían haber obtenido las firmas de oficiales de más alto rango, pero voluntariamente limitaron el rango de los firmantes a capitán como máximo».

La noticia del escrito firmado por cien militares españoles se repitió en todos los telediarios de las dos cadenas de televisión de la República Federal de Alemania el pasado domingo, ocupó lugares destacados en la Prensa de ayer, y era tema de conversación en los centros de Prensa de Bonn. Según nuestro corresposal José Comas, el tono de los comentarios iba desde la preocupación por la situación española a frases no exentas de cinismo del estilo: «Hasta ahora se decía que la OTAN serviría para democratizar el Ejército español, pero habrá que tener cuidado con que el contagio no se produzca a la inversa».

Por su parte, los comentarios de la Radiotelevisión italiana en tomo a la situación en España giran en torno a la idea de que la gravedad del gesto consiste en que un grupo de militares jóvenes se han sumado a los ataques a la democracia por parte de la extrema derecha fascista, a los que ya estaba acostumbrada la opinión pública. En el Reino Unido -según nuestro corresponsal Andrés Ortega- se destaca la misma idea: sorpresa por el hecho de que el manifiesto haya sidoSrinado por personas que en su mayoría no han hecho la guerra civil. Oficialmente, el Gobierno británico no tenía ayer nada que comentar, pero en medios oficiosos había grandes dudas sobre el verdadero tamaño de la fracción.

La televisión belga abrió la totalidad de sus servicios informativos del pasado domingo con crónicas sobre la inquietud en España. En medios próximos a la Comunidad Económica Europea se expresa confianza en la continuidad del proceso democrático español y esperanza en que el manifiesto de los cien militares sea un hecho aislado.

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En fin, el arresto de los firmantes del manifiesto ocupó ayer las primeras páginas de la Prensa mexicana, según nuestro corresponsal. Jesús Ceberio. «El golpe militar ronda en el aire», editorializó el diario Unomasuno. «La publicación del documento sedicioso con las cien firmas simbólicas -que hacen la función de punta del iceberg- revela profundas complicidades en el Ejército y en la derecha política y económica, un plande gobierno ya fijado, una táctica de ablandamiento de la opinión pública, destinada a ocupar posiciones con la menor resistencia».

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