El manifiesto es un dato más en la estrategia de la tensión, según dirigentes socialistas
El Partido Socialista reaccionó ayer de forma cautelosa respecto al manifiesto publicado el pasado domingo por cien oficiales y suboficiales, a la espera de las medidas del Gobierno y de la autoridad militar, aunque dirigentes del citado partido destacaron que se trata de un dato más en la estrategia de la tensión. Por su parte, UCD se limitó a facilitar una breve nota en la que sólo dice que «no considera apropiado emitir juicios de valor sobre el contenido de ese escrito, toda vez que los órganos competentes han adoptado, sus propias medidas».
Para Guillermo Galeote, portavoz oficial de la ejecutiva del PSOE, el maniflesto añade un dato más a la cadena de hechos que llevaron a Felipe González, la pasada semana, a plantear públicamente la necesidad de un «Gobierno fuerte, de amplio respaldo parlamentario y social», así como la movilización de todos los esfuerzos posibles en favor del mantenimiento del sistema démocrático. «Se trata de un hecho más: corrobora nuestras preocupaciones y aporta nuevas pruebas a la política del partido, que se mantiene».El mismo portavoz socialista agregó: «Hay que insistir en que se trata de un crescendo en la estrategia de la tensión, que tiene diversas vertientes, entre las cuales es muy probable que figure la de hacer inviables los juicios a los implicados en el 23-F. Pero tenemos también la impresión de que se trata de un pulso de un sector militar contra sus propios mandos naturales». Y agrega que la inquietud actual, a juicio del partido socialista, «está provocada más por la debilidad del poder que por la propia potencia golpista».
No obstante, el PSOE se abstuvo de facifliar un comunicado oficial, actitud que contrasta con la adoptada por la ejecutiva de la Unión General de Trabajadores (UGT). En una dura respuesta al manifiesto, la central sindical señaló que «esta acción se puede calificar de "delito sedicioso", ya que trasciende por su contenido político anticonstitucional de un mero acto de indisciplina. La publicación de este manifiesto nada tiene que ver con, el legítimo derecho a la libertad de expresión de que disponen colectiva e individualmente los miembros de las Fuerzas Armadas, como parte integrante del pueblo español que son».
Para la citada central, el manifiesto evidencia que «una parte minoritaria pero muy activadel Ejército español no acepta la democracia constitucional como sistema de Gobierno elegido libremente por el pueblo españíol, y no ceja en su empeño de poner fin al camino democrático que hace tres años emprendimos con ilusión los españoles».
«Es inadmisible que unas personas que están al servicio del pueblo y, como funcionarios públicos que son, financiados por éste se pronuncien en contra de la voluntad constitucional demostrada ostensiblemente el pasado 6 de diciembre -día de la Constitución- y se muestren, por otra parte, solidarios y simpatizantes de los golpistas que el pasado 23-F intentaron acabar violentamente con la legalidad constitucional vigente», añade la nota ugetista.
"Acción fríamente planificada"
«Para UGT, Ia gestación de esta reprobable acción no es ni mucho menos espontánea, sino fríamente planificada para que se hiciera pública el mismo día que se celebraba la Constitución y en ausencia -otra vez más- de los Reyes y de significativos miembros del Gobierno. Ego evidencia, por otra parte, la falta de información del presidente Calvo Sotelo al manifestar hace escasos días que no habíá ningún peligro de un nuevo intento de golpe de Estado y que la normalidad era general en todos los ambientes. La realidad ha vuelto a desmentirle rotundamente».«Por todo esto, UGT exige del Gobierno español una actitud de mayor firmeza y rigor, ya que no podemos permanecer más tiempo a la defensiva ante los enemigos de la democracia y la Constitución. Si no se aplica rápida y rigurosamente la ley, las provocaciones que los ciudadanos están sufriendo en los últimos días pueden terminar en algo mucho más grave e irreparable».
Tampoco la dirección del PCE efectuó declaración alguna a lo largo de todo el día de ayer. Unicamente un dirigente del PSUC, Xavier Folch, manifestó lo siguiente: «Es inadmisible que un grupo de militares adopten posiciones de insubordinación contra su propia jerarquía y contra el pueblo y el Gobierno. De estos sucesos, el Gobierno de UCD es parcialmente responsable por su debilidad ante el golpismo y en la defensa de la Constitución».
Por su parte, Antonio Garrigues, presidente de los Clubes Liberales, dijo que, «por muy pesimistas que seamos, la situación española sigue siendo, en su promedio, mejor que fa europea. Nuestra única diferencia es que tenemos una pequeña parte del estamento militar que no ha aceptado plenamente las reglas democráticas, cosa que no ha ocurrido en los países europeos. Y eso crea una fuerte tensión e inestabilidad que convendría corregir y reparar lo antes posible».
