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Walesa intenta evitar un nuevo enfrentamiento en Polonia

Lech Walesa, presidente del sindicato independiente polaco Solidaridad, está decidido, una vez más, a utilizar todo su prestigio para conseguir evitar un choque con las autoridades, contando para ello con la mediación de la Iglesia.Después de la dura resolución del presidium de Solidaridad, amenazando con la huelga general si el Gobierno aplica medidas de excepción, tales como la prohibición de las huelgas, en la reunión parlamentaria del próximo día 11 Walesa se trasladó ayer a Varsovia para entrevistarse, durante dos horas, con el primado Jozef Glemp, quien hizo un llamamiento el viernes a la unión patriótica y de la razón", ante el clima de tensiones y enfrentamientos que vuelve a registrarse en el país.

Walesa no excluye un compromiso de última hora que evite la aprobación por el Sejm (Parlamento) de las medidas excepcionales. Sin embargo, la tarea del líder obrero parece imposible y su presencia el viernes en el Parlamento, más que apaciguar, ocasionó, según versión del diario Zycie Warszawy, "discusiones tormentosas". Parece más que improbable que Walesa evite que los diputados comunistas, 281 escaños de una asamblea de 480, voten a favor de las medidas de excepción.

La única y ligera posibilidad es que la opinión de algunos diputados, contrarios a tales medidas por considerarlas ilegales, resultara ser mayoritaria en base a la invalidez legal de la adopción de medidas excepcionales. En opinión de esos diputados, el Sejm río tiene autoridad para aprobar las medidas de excepción a menos que se reformase la Constitución, lo que requiere una mayoría de dos tercios. En tal caso, la mayoría del partido comunista (POUP) río sería suficiente. Solamente el Consejo de Estado (presidencia colectiva) está capacitado para declarar el estado de sitio "si las consideraciones de defensa o seguridad del Estado lo exigen".

Por su parte, la Comisión Nacional de Solidaridad decidió posponer sin fecha fija su próxima reunión, hasta que el Sejm se pronuncie sobre las medidas de excepción, lo que se interpreta en el sentido de que el sindicato no retrocederá frente a un Gobierno dotado de poderes excepcionales. Hoy, la entente nacional establecida el 4 de noviembre pasado entre Walesa, Glemp y el general Wojciech Jarzuzelski agoniza.

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