178 muertos al estrellarse en la isla de Córcega un avión con turistas yugoslavos

Un avión DC-9 Super-80 de la compañía yugoslava Inex-Adria Airways se estrelló ayer por la mañana en la ladera norte del monte San Pietro, en el sur de la isla de Córcega. Han perecido los 172 pasajeros, todos ellos turistas de nacionalidad yugoslava, entre los que había tres niños, y los seis miembros de la tripulación.

El aparato realizaba un vuelo charter y había sido fletado por la agencia de viajes Kompas, de Liubliana, en el norte de Yugoslavia. El avión había despegado del aeropuerto de esta ciudad a las siete y media de la mañana, hora de Madrid. Hora y media después se produjo el último contacto por radio con el piloto, cuando el aparato se encontraba sobre la región de Propriano y en fase de aproximación final al aeropuerto de Campo del Oro, en Ajaccio, capital de la isla.El DC-9 prosiguió su ruta, estrellándose contra el monte San Pietro, a 40 kilómetros de Ajaccio. Parece que la ausencia de radar en el aeropuerto, considerado como de difícil acceso, fue la acusa del accidente. Los controladores aéreos manifestaron que reclaman un radar desde hace diez años, pero las autoridades señalaron que un radar estaría limitado por las montañas que rodean Ajaccio.

Un responsable de la compañía propietaria declaró anoche en Liubliana que no era posible precisar el número de pasajeros a bordo de la aeronave siniestrada, toda vez que algunos "cancelaron su billete en el último minuto". El portavoz -añadió que el capitán del DC-9, de 57 años, tenía doce años de experiencia y había hecho recientemente en Estados Unidos un curso de vuelo en estos aparatos.

Dos misiones investigadoras, una francesa y otra yugoslava, han llegado a Córcega para establecer las causas del accidente. Todos los pasajeros eran turistas que pretendían hacer una excursión de ¡da y vuelta en el día a Córcega.

Inmediatamente después de que se perdiera contacto por radio con el avión, las autoridades corsas alertaron a los habitantes de los pueblos vecinos para que estuvieran atentos a cualquier ruido sospechoso, sobre todo a eventuales explosiones. Hasta pasado mediodía, la policía de Ajaccio no recibió la información de que los restos del aparato habían sido descubiertos.

Importantes medios terrestres y aéreos fueron movilizados por la policía y la base aeronaval de Apresto, en el sur de la isla. Casi a las dos de la tarde, hora de Madrid, la tripulación de un helicóptero avistaba los restos del avión a una altura de más de mil metros y al menos a cuatro horas de marcha desde el pueblo más cercano.

Los equipos de socorro transportados en helicóptero dieron inmediatamente cuenta de que no había supervivientes.