Los oradores hicieron campaña electoral

La conmemoración del sexto aniversario de la muerte del general Franco en la plaza de Oriente se convirtió en un acto de campaña electoral. Tanto el presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar; el jefe nacional de Falange Española y de las JONS, Raimundo Fernández- Cuesta, como el presidente de la Confederación Nacional de Excombatientes, José Antonio Girón de Velasco, pidieron en sus respectivos discursos a los ultraderechistas allí concentrados «unidad en las urnas».El acto comenzó alrededor de las 12.30 horas del domingo, con unos toques de cornetín y una oración por los caídos, poco antes de que la multitud allí congregada pidiera a gritos «libertad para Tejero». Instantes después abrieron el acto el obispo consiliario de la Confederación Nacional de Excombatientes y el representante de la Comunión Tradicionalista, José María Codón, quienes pronunciaron frases como estas: «Aparta, Señor, de nosotros las sempiternas voces de los fariseos», «No nos elegiste, Señor, para ser delincuentes contra los delincuentes», «Nuestra fortaleza es el Alcázar de papel», o «Estamos en una España repleta de terrorismo, drogas y pornografía».

Después tomó la palabra el presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar, quien, tras continuas alusiones a Franco, de quien dijo que «su voz nos llega hasta aquí», atacó duramente a «los asesinos de ETA y de los GRAPO» y a la «política de separatismo». Durante su discurso pidió a los asistentes al acto que «la congregación se vea reflejada en las urnas», poco después de haber tildado a la Constitución de «atea». «Hemos de seguir librando la gran batalla», añadió, y «esperemos que un diluvio universal ahogue las hachas que persiguen nuestra bandera».

Raimundo Fernández-Cuesta hizo hincapié en la «campaña de difamación que se ha abierto contra las Fuerzas Armadas», y se refirió a los «asesinatos de Carrillo en Paracuellos» para acabar demandando el voto de los asistentes.

Finalizó la concentración con las palabras de José Antonio Girón, quien hubo de permanecer apoyado en el respaldo de una silla durante todo el tiempo que duró su discurso. Girón manifestó que «todavía no hemos sabido encauzar un bloque unido que se oponga a la destrucción de España», y pidió la abolición de las nacionalidades y el voto para las próximas elecciones. El canto del Cara al Sol puso fin a la concentración ultra.