Invertir en seguridad aérea
Un artículo del corresponsal en España del Dady Telegraph G. S. Cooper, ha puesto, el pasado lunes 16, el dedo en la llaga con respecto a la necesidad de mejorar la seguridad del espacio aéreo español con vistas. al Campeonato Mundial de Fútbol 1982. El sistema de control aéreo en toda Europa se enfrentará, en efecto, a una severa prueba el próximo verano con el aumento masivo de pasajeros hacia España con motivo del Mundial 82. Según el citado corresponsal, que añadía a su nombre el título de comandante, "existe una cierta preocupación internacional, ya que España hasta ahora ha tenido dificultades para mantenerse dentro de los márgenes de seguridad sin los equipos adecuados durante las fechas punta de las vacaciones, lo que hace pensar que el Mundial sobrecargará peligrosamente las rutas durante junio y julio". A este propósito, el áutor del artículo recuerda que "cuando el mundial se desarrolló en Argentina, hace tres años, el tráfico aéreo sufrió un incremento del 700%"A pesar de las inversiones previstas para la mejora de equipos de seguridad, dentro del plan MADAC, Sistema Automatizado para el Control del Tráfico Aéreo, y del conjunto de proyectos de la Dirección General de Navegación Aérea, en su programa de noviembre de 1980, el grado de cumplímiento de los planes de mejora de la seguridad parece no ser suficiente y ello ha provocado que la Asociación de Pilotos Comerciales haya dado un paso sin precedentes al dar a la publicidad "la falta de suficientes condiciones de seguridad en el tráfico aéreo por territorio español".
En el cuadro resumen de inversiones para la mejora del control de la circulación aérea -las ayudas a la navegación en ruta termina¡, la información aeronáutica y la logística y formación de personal-, el Ministerio de Transportes había previsto para 1981 la cifra de 1.525 millones de pesetas y, para 1982, 1.967 millones, de cuya aplicación y destino nada se ha hecho público hasta el momento. A medio plazo, hasta 1986, el plan prevía una inversión total a 12.676 millones de pesetas, cifra que los expertos consideran absolutamente insuficiente a los precios actuales de los equipos y tras la depreciación de la peseta con respecto al dólar. El problema fundamental, ahora, no es tanto de hombres y normas, como de políticas e inversiones. En cualquier caso, el tema está sobre el tapete, y es una lástima que el toque de atención haya surgido fuera de nuestras fronteras.
21 de noviembre
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